Egotistas, no solidarios

Por mucho que nos pese, dentro del mundo animal, los humanos no somos solidarios de nacimiento, todo lo contrario. Somos egocéntricos, materialistas, envidiosos y fruto de todo ello, cobardes. No hablo de las muestras piadosas de estos días con los sanitarios, cuerpos de seguridad el Estado, etcétera, estamos en una situación de excepcionalidad, con conductas excepcionales.

Las personas miran (algunos podrán tíldame de ególatra, al hablar en tercera persona, pero reconozco que me auto incluyo entre ese 0.9% de seres humanos extraños) para ellas mismas como individuo o como grupo al que pertenecen, sea étnico, religioso, social, familiar, etcétera... y ello nos convierte en seres vacíos de humanidad y/o socialización. Curioso, verdad, en realidad adolecemos de las dos principales características de la raza, cuya moralidad languidece y está al punto del exterminio.

Las personas dentro del grupo, se defienden y se atacan ante otras. Contra presuntos iguales, amigos, parejas, compañeros. Contra todo ser que no pertenezca al clan. En realidad, contra nuestra propia existencia. Somos seres destructivos de las propias raíces, sean católicas, musulmanas, judías, protestantes, o ateos, da igual. Nacemos ligados a una de ellas y a los minutos, ya pertenecemos a la raza, al egoísmo y al sinsentido. Os digo de verdad, damos lástima.

Os propongo a quienes leáis estas letras que hagáis un pequeño ejercicio imaginario, no real no, sería pediros que os trasladaseis a otro mundo. Durante un minuto, pensad en cómo sería este mundo si la solidaridad fuera una virtud natural de las personas? ¿Ya Yo he alucinado, ha sido un viaje corto, muy intenso y agradable en el que mis interlocutores no mentían, no eludían, no se escondían y lo más grande, me miraban a la cara con unos ojos naturales, sin tensión, sin remordimientos.

Ya estoy de vuelta, la vida sigue y nada ha cambiado.