Opinión
Por
  • SERGIO BENABARRE

A propósito del trato a los niños en la crisis del coronavirus

Me parece preocupante que, en un país que se supone civilizado, se tenga que plantear el debate sobre la necesidad de que los ciudadanos niños sean tenidos en cuenta en la gestión de una crisis. Señoras y señores, no estamos en guerra. Dejemos de utilizar esa terminología que sólo sirve para amedrentar a la población y que así no se piense sobre determinadas medidas pero bueno, eso sería otro debate. Vuelvo al problema sobre debatir las necesidades de los niños. Debatir tampoco porque no se ha visto ninguno sobre este tema y eso nos define como sociedad. Creo firmemente que a una sociedad se le puede juzgar por cómo trata a sus niños y a sus ancianos, y a ambos los estamos dejando de lado.

Todo esto hace reflexionar, ¿qué lugar ocupan los niños en esta sociedad?. Evidentemente lo que vende es decir que la infancia es lo más importante pero se está evidenciando que no es así. Pensaba que el adultomorfismo era cosa de la edad media pero veo, con preocupación, que no es así. Como dice Heike Freire, una pedagoga que está hablando sobre todo esto, "se está exigiendo a los niños la misma actitud heroica que a los adultos. Es flipante que no confíen en los padres como en los dueños de los perros". Nos podemos preguntar, ¿en qué posición quedan los padres cuando aguantamos esta situación que se está haciendo con los niños sin defender sus derechos? ¿Qué creemos que piensan nuestros niños sobre nuestra "aceptación"? ¿Servirá para que confíen en nosotros en un futuro? Desde este punto de vista no descartemos consecuencias futuras reflejadas en posibles conductas, comentarios… ¿Nos pasará factura todo esto a los padres? Pues lo veremos...

En otros países como Noruega, se prepara una rueda de prensa sólo para responder a preguntas de los niños, que las tienen y a veces más interesantes e incisivas que las de algunos periodistas. ¿En España...? Se hacen simples alusiones a lo bien que lo están haciendo pero los niños no quieren felicitaciones, los niños quieren que se les respete, supongo. En Alemania, los colegios están abiertos para que esos héroes que son los sanitarios y sanitarias puedan dejar a sus hijos e hijas (esto sería otro debate. ¿Dónde están más confinados los niños que en el colegio? De hecho, Philip W Jackson en su libro "la vida en las aulas" compara la escuela con las prisiones y los psiquiátricos desde el punto de vista de que son edificios con rejas, cerrados con llave...). En Italia, el gobierno ha cedido a las presiones y los menores de edad podrán salir a la calle acompañados por uno de sus padres, en España no han existido ni presiones. Francia autoriza "salidas indispensables para el equilibrio" de la infancia en espacios abiertos cerca de casa, siempre manteniendo las distancias y sin grupos, pero parece que esto en España no lo sabemos hacer los adultos.

En España ha faltado empatía con los niños olvidando que son ciudadanos con derechos y con unos derechos y necesidades propias de su situación de desarrollo. Se han olvidado tanto que los estamos hasta negando. Todo esto está recogido jurídicamente en la Ley Orgánica 8/2015 de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia y que se está saltando a la torera. En esta ley se contempla, entre otras medidas, que todo menor tiene derecho a que su interés superior sea valorado y considerado como primordial en todas las acciones y decisiones que le conciernen, tanto en el ámbito público como privado. La aplicación de la presente ley primará el interés superior de los mismos sobre cualquier otro interés legítimo que pudiera ocurrir.

La misma Organización Mundial de la Salud aconseja que los niños pasen varias horas al aire libre por todos los beneficios que eso conlleva. Son personas que tienen necesidades especiales a nivel afectivo, cognitivo, social y físico dependiendo de su desarrollo. No se plantea que se deje a los niños ir al parque como si nada pasara. No se plantea que no se cumplan las medidas de distanciamiento social. En todo hay un término medio y salidas ordenadas los niños serían capaces de realizar ya que, igual que entienden que se tienen que quedar en casa serán capaces de entender que se debe salir de forma ordenada y eso no me cabe ninguna duda. Por favor, no proyectemos nuestros propios prejuicios sobre nuestros niños, así no conseguiremos cambiar ese pensamiento españolito que tenemos. Recordemos que la educación es la mejor forma de cambiar sociedades y la nuestra necesita un cambio. Parece que no se deja salir a los niños por la falta de civismo de algunos adultos pero eso también se podría haber pensado con los perros, ¿o es que todas las personas que tienen perros son cívicas?

En fin, se están vulnerando derechos fundamentales de los niños con la excusa de que se adaptan a todo sin pensar que esa adaptación no es fácil y que puede tener consecuencias. Sin pensar que ahora mismo hay niños de familias numerosas que están viviendo en espacios reducidos sin apenas ver la luz solar. Sin pensar que, al igual que pasará con algunas o muchas mujeres, están pasando todo el día en riesgo de maltrato físico, psicológico o sexual. Además, dejar salir a los niños, repito que con salidas controladas, nada de ir al parque a chupar los columpios (esto es uno de los miedos de una pediatra en una entrevista) porque creo que hay términos medios, podría servir para sobrellevar mucho mejor este confinamiento en el que nos encontramos como única medida para parar la epidemia y vuelvo a decir, como única medida porque no se está implementando ninguna otra medida recomiendo desde la OMS olvidando lo que dicen muchos expertos que solo con el confinamiento no es suficiente.

Dicho esto, que quede claro que no se está planteando con este texto el vulnerar el confinamiento, al contrario, se está planteando una medida que lo favorecería. Por eso, y teniendo en cuenta la situación, yo me quedo en casa.

SERGIO BENABARRE

Psicólogo