Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Unidad, la identificación de las prioridades

UNO DE los más eximios poetas estadounidenses del siglo XX, Robert Frost, usaba una metáfora para expresar el fundamento vital de la coherencia: a la pista de tenis se va a jugar a tenis, no a ver si las líneas son rectas. La profunda crisis sanitaria por el coronavirus, que va a afectar a la totalidad de los terrenos de nuestras existencias, está permitiendo apreciar una enorme laguna de liderazgo en todo el mundo de la cual, evidentemente, no es ajeno nuestro país. La confusión rige todo el proceso mientras los ciudadanos seguimos confinados en la entrada ya de la sexta semana, un cúmulo de imprevisión y de indefinición que no han sido resueltas ni siquiera en la sima de la destrucción y de los contagios. De no ser por la tragedia que nos azota, de limitarse a un guion cinematográfico, nos hallaríamos ante una pesadilla o una atmósfera difusa de la que extraer conclusiones en abstracto. Pero se suman contabilidades anárquicas, protecciones defectuosas y cadáveres por miles, junto a la incertidumbre por una salida con absoluta seguridad dolorosa.

En la cancha aragonesa, no exenta de las zozobras universales, los representantes de toda la sociedad, independientemente de la ideología o la condición socioeconómica, se han puesto a perfilar con vocación unánime las reglas del partido de tenis, conscientes de que habrá que combinar todas las suertes para que el resultado sea victorioso para el conjunto. Probablemente por el patrimonio de la historia que imprime carácter a los ciudadanos, ha escogido el espíritu olímpico de la participación, de la convivencia y de la suma de fuerzas para abatir todos los obstáculos, para que no existan redes ni terrenos fuera de las líneas que detengan la recuperación económica y social. Porque, para ganar este choque, sólo sirve la buena fe para remangarse y atacar con la unidad.