Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Los pactos se empiezan así

Publicábamos este lunes en nuestras páginas de España que un 64 % de los españoles desaprobaban las formas en las que se estaba articulando la posibilidad de un pacto de las fuerzas políticas españolas para establecer una unión con la que avanzar más fructíferamente hacia la reconstrucción de un país que va a demandar en la coyuntura poscrisis enormes dosis de esfuerzo, de talento y de encuentro entre la administración y la iniciativa privada. Efectivamente, no se tira por el camino de la rimbombancia apelando a históricos acuerdos cuando ni siquiera se ha establecido una línea de conexión con el resto de formaciones. No se apuesta por el diálogo mientras los corifeos se dedican a zaherirse, en una constatación más -los periodistas sabemos de esto un rato largo- de que los adláteres suelen ser unos pirómanos inútiles para apagar el fuego. Abrir un espacio para la concordia exige, primero, una comunicación franca y leal, alejada de todo ventajismo, sin voluntarismos ni negatividades.

Exige como punto de partida la humildad con la que sentarse los principales agentes de la vida pública y comprometerse a hablar de todo, sin doctrinarismos, sin exclusiones, sin la búsqueda de posiciones de superioridad, con la reflexividad suficiente para apreciar que sólo en la colaboración van a encontrar la mejor de las respuestas. La reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Casado representa un cierto respiro para los muchísimos españoles convencidos de que la exacerbación de las ideologías destruye puentes, elimina soluciones y edifica poco. Da igual la terminología, si mesa o comisión como han quedado ambos líderes, que han de ser conscientes de que en sus manos está la responsabilidad de hacer crecer a un país que también ha aprendido de humanidad y de naturaleza. Los pactos se empiezan así.

Diario del AltoAragón