Opinión
Por
  • VALENTÍN ABELENDA CARRILLO

La adolescencia

La maduración cerebral que experimentan los adolescentes explica lo que les pasa, y supone riesgos y oportunidades. Hervor emocional, necesidad de identificación con el grupo, despertar sexual, afán de experimentar... La adolescencia es una etapa de inestabilidad y maduración, de peligros y de oportunidades, como siempre se ha sabido. La ciencia actual permite entenderla mejor.

Ahora se comprueba que los rasgos típicos del adolescente tienen su base en el proceso de desarrollo cerebral propio de esa edad. La doctora Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, resume en su último libro, El cerebro adolescente (Rialp), los datos científicos, y saca consecuencias prácticas. Explica algunas en esta entrevista.

El cerebro en la etapa de la adolescencia es especialmente "plástico", modificable, y por tanto, puede ser vulnerable. Es el momento de su maduración: lo recibido por la herencia genética, y especialmente por la atención que el adolescente haya tenido durante la infancia, ha empezado a construir la arquitectura y con ello la funcionalidad del cerebro.

Entonces, y al compás de las hormonas sexuales, que se disparan con la pubertad, las vivencias, experiencias, decisiones... son determinantes para establecer el "cableado" del cerebro, las conexiones entre las neuronas.

Al final de esta etapa, el cerebro ha debido adquirir una estructura típica y propia de la edad. Los déficits de esa arquitectura se traducen con frecuencia en trastornos psicológicos, que vemos cada vez más.