Los héroes son responsables

El héroe es quien entiende la responsabilidad que conlleva su libertad. La certera interpretación de Bob Dylan reinterpreta las formulaciones de tantos pensadores que han relacionado de manera indisoluble ambos conceptos. En las gestas, el protagonista no es un insensato que se lanza temerariamente a objetivos inalcanzables, irreflexividad que, por otro lado, pondría en riesgo la existencia propia y la de su entorno. El heroísmo, hoy gentilmente atribuido a muchos profesionales que ejercen admirablemente su oficio para servir a la sociedad, se extiende hiperbólicamente a quienes nos hemos quedado en casa, teletrabajando y subsistiendo, con más pragmatismo y temor que coraje. Nadie puede pedir a los ciudadanos de este país más sacrificios mientras asiste asombrado a la sucesión de medidas erráticas, dudosamente fundamentadas y, sobre todo, lastimosamente expuestas en el argumentario que los españoles merecemos mejor en nuestra forzosa reclusión.

Hemos entendido que, en realidad, éste es un mal menor frente a la pandemia, disociando los dos términos aludidos, la responsabilidad y la libertad, prolija aquella al término de seis semanas de estado de alarma, mermada ésta por la severidad en la imposición de aquella. Las escenas contempladas con estupor ayer, en la primera jornada de apertura para los niños, nos inundan de inquietud y de dudas sobre las opciones de una nueva rendija hacia la normalización el 2 de mayo. Las preconizadas "marchas atrás" por el presidente Sánchez no pueden proceder del incivismo y de la estulticia colectiva, porque en este equilibrio tan delicado, a la acción le sucede la reacción y la salud pública se ve amenazada por los rebrotes, que esta breve pero terrible experiencia nos muestra en qué se derivan. Cordura y juicio.