Opinión
Por
  • MAR RAMOS NAVARRO

Prevención

Parecen haberse esfumado para este 2020, tanto las cifras históricas de llegada de turistas internacionales -que registraron el récord de 83,7 millones de visitantes en 2019- como las de gasto turístico generadas por los extranjeros, que se vieron incrementadas a lo largo de los siete últimos años de manera consecutiva.

La razón ha sido la irrupción de la pandemia del coronavirus, allá al inicio de año, que ha golpeado a nuestro país con más de 230.000 contagiados y más de 23.000 fallecidos, haciendo que cualquier perspectiva de posible crecimiento volase literalmente por los aires.

Tal es así que, conforme a la opinión de los expertos, durante esta temporada pueden registrarse previsiblemente hasta unas pérdidas de alrededor del 80 % en este principal motor de la economía española a la que aporta el 12 % del PIB, y que, al no poder ser compensadas por los turistas nacionales, deberá enfrentarse sin ningún género de dudas al peor año de su historia.

Y es que, aparte de que hay que anticiparse a los imprevistos y a que un país maduro no improvisa sino hace uso de la prevención, bien podría darse el paradójico caso de que este año nuestras playas en lugar de estar saturadas como en años anteriores, estén ¡ay! desérticas.