En nuestra sociedad, es muy común pensar en los mayores como una carga presente o futura para las familias.

Las personas mayores son los transmisores de la cultura, las tradiciones, la información que de otra manera no pasaría de una generación a la siguiente.

Si pensamos en lo que representan a la hora de ofrecer apoyo a sus hijos cuando éstos tienen dificultades, la lista se hace interminable. Las señoras se encargan de las tareas domésticas, de la limpieza, la compra, cocinar? Si los hijos se ponen enfermos, contarán igualmente con los cuidados de esos perseverantes aprendices de enfermería que son las personas mayores.

El apoyo económico directo cuando los hijos quedan en el paro, que es la terrible tónica de esta crisis que padecemos, corre a su cargo y también los acoger en su casa porque los hijos han perdido su piso.

Son tiempos difíciles, no hay que tener miedo. Las personas mayores lo asumen con una entereza digna de admiración. Son un puntal de nuestra sociedad ahora y siempre.