Opinión
Por
  • JULIA NAVARRO

En busca del centro

No, Inés Arrimadas no lo tiene fácil. Su decisión de negociar con el PSOE apoyando el último estado de alarma ha sublevado a parte de su partido, a esa parte que en su día decidió con Albert Rivera en cabeza, que abandonaban el "centro" político.

Ahora Arrimadas parece decidida a volver a llevar a Ciudadanos a lo que era, un partido de centro progresista capaz de pactar a derecha e izquierda sin que eso signifique renunciar a convertirse en una opción mayoritaria si así lo deciden los ciudadanos.

Pero esa vuelta al "centro" ha sublevado a los que en su día llevaron Ciudadanos al desastre, es decir a obtener diez escaños en las urnas.

Si Albert Rivera no se hubiera equivocado como se equivocó seguramente hoy Ciudadanos formaría parte del Gobierno en vez de hacerlo Podemos. Es decir tendríamos un Gobierno de centro-izquierda. Pero los dioses ciegan a los hombres que quieren perder y está claro que cegaron con una enorme dosis de arrogancia a Albert Rivera hasta llevarle a cometer un error tras otro y condenar a su partido a la practica irrelevancia.

Sin duda Inés Arrimadas fue coparticipe de las decisiones que tomó Albert Rivera ya que formaba parte de su equipo. Sin embargo, Arrimadas parece decidida a desandar el camino emprendido por Albert Rivera y por tanto regresar a la casilla de salida, es decir volver a buscar a los votantes de "centro" que en su día se sintieron traicionados por Ciudadanos.

Ya digo que Inés Arrimadas no lo va a tener fácil porque tiene que sembrar en donde ahora solo hay desconfianza, porque es más fácil perder la confianza de los votantes que recuperarles.

Inés Arrimadas tiene que volver a hacer un partido desde los cimientos de Ciudadanos y tiene que volver a generar esperanza en torno a ella. Porque si muchos votantes de centro se sintieron traicionados por Albert Rivera también se sintieron traicionados por la propia Arrimadas. Para empezar dejó en la estacada a los votantes de Cataluña que habían confiado en ella. Es incomprensible que habiendo ganado las elecciones en Cataluña no se presentara, aun sabiendo que iba a perder, a la sesión de investidura. Como es incomprensible que cuando aterrizó en Madrid se convirtiera en un "clon" de su jefe, Albert Rivera renunciando a tener un discurso propio y plantándose para que su partido no dejara el centro.

A nuestro país le vendría muy, pero que muy bien, tener un partido de centro que evitara que partidos de extrema izquierda como Podemos o de derecha extrema como Vox puedan tener en su mano el mango de la sarten permitiendo gobernar a PSOE o al PP.

Veremos si Inés Arrimadas primero de verdad tiene madera de líder, segundo si es capaz primer de capear el temporal dentro de su propio partido y en tercer lugar de convencer a los votantes de centro que Ciudadanos no les va a volver a dejar en la estacada. Tiempo al tiempo.