Opinión
Por
  • JAVIER VIÑUALES

La parábola de los Talentos : ¿Tú, qué estás dispuesto a hacer con los tuyos?

La parábola cuenta la historia de un hombre que reunió a sus siervos encargándoles sus pertenencias y una vez encargadas se marchó a tierras lejanas. Al primero le dio 5 "talentos" de oro, al segundo le dio 2 "talentos" de oro y al tercero solamente uno, a cada uno según su capacidad. El que recibió 5 "talentos" hizo negocio y ganó otros 5. El que recibió 2 hizo lo mismo y ganó otros 2. Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su patrón. Al volver el señor pidió cuentas y felicitó a los dos primeros por su trabajo y dedicación. Hasta que llegó el tercero: "Señor, yo sé que eres muy exigente. Por eso tuve miedo y escondí tu dinero, aquí tienes lo tuyo. "¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabes que cosecho donde no he sembrado y que recojo donde no he esparcido ¡Quitadle el "talento" y dadlo al que tiene 10 "talentos"! Porque a todo el que tiene se le será dado y tendrá abundancia pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitad. Echadlo a las tinieblas donde habrá llanto y crujir de dientes".

Mi reflexión de esta parábola. A pesar de que en esta historia hace referencia al dinero, nada impide que extendamos su significado a cualquier esfera de la vida, en este caso al Talento (aptitud, capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación). El que no invierte no cosecha y yo, como quiero cosechar, invierto. No me importa gastar dinero en mi formación, en herramientas de trabajo, en servicios, comercios de mi ciudad o en la creación de nuevos puestos de trabajo. Los "talentos" mencionados en esta historia no solo representan el dinero o lo material sino nuestras cualidades y nuestros potenciales como individuos y como sociedad. La vida no es justa. No todos empezamos con las mismas cartas. Unos nacen con "5 talentos" y otros con "1 talento". Pero en la vida, como en la parábola, lo importante no es lo que tenemos sino lo que hacemos con lo que tenemos. Este maldito virus nos ha enseñado eso: diferenciar los "talentos". Los sanitarios, investigadores, científicos, servicios de protección, trabajadores de supermercados, empresarios, personas anónimas, altruistas, con lo poco que les han dado, han sabido unir su Talento y trabajo y multiplicar por 2, por 5, por 1.000 su talento, permitiéndonos a todos contener esta terrible pandemia. En cambio nuestros políticos, los que esperas que estén ahí por su mayor Talento, han enterrado nuestra libertad, nuestros sueños, nuestras familias en la tierra, pretendiendo que cuando volvamos a la normalidad les devolvamos además nuestro Talento que ellos no nos han aportado.

Quien silencia su potencial no solo menosprecia el valor de su existencia, sino que además se asegura una vida llena de frustración y sufrimiento. La alternativa no es otra más que unamos nuestros Talentos para superar nuestros miedos y así poder ayudarnos entre nosotros echando a las tinieblas a los inútiles que nos quieren enterrar bajo nuestras propias tierras.