Opinión
Por
  • ANA I BETRÁN

Aplausos

Hoy que los aplausos amainan en los balcones, quiero aplaudiros yo. Mi aplauso es para vosotras que, enfundadas en mascarillas, batas, guantes y pantallas, lleváis dos meses agotadores, pipeteando cantidades minúsculas y haciendo un trabajo preciso como el de los mejores relojeros. Os aplaudo por estar haciendo PCR sin descanso desde el momento que todo esto empezó. Porque aprendisteis una técnica manual y minuciosa en unas pocas horas y porque desde el día que nos dijeron que había que hacer la prueba doce horas diarias, siete días a la semana, dijisteis que eso era lo primero. Os aplaudo porque os habéis expuesto al virus con pocos medios al principio, pero habéis demostrado que cada muestra y cada paciente es más importante que vuestra propia seguridad. Os aplaudo porque os he visto siete horas sin levantaros del sitio por dar un resultado cuanto antes. Y respirar aliviadas si salía negativo. Y aplaudo, porque en los laboratorios, como en el resto de servicios centrales de los hospitales, el trabajo que se hace pasa desapercibido y de puntillas en demasiadas ocasiones.

Veo difícil que después de esto seamos mejores, ni que cambiemos. Pero de estas semanas de nudos en la garganta, me quedaré con vuestro compromiso con el trabajo y hacia los demás.

Aplaudo también al resto de sanitarios que han cuidado de los pacientes, y al resto de servicios no sanitarios como los de limpieza, cocina o seguridad… Y aplaudo a los amigos y a nuestras familias. Por cuidarnos, hacernos batas, darnos ánimos y querernos.

Y mi último aplauso es para los que nos aplaudieron desde los balcones, porque al menos durante unas semanas, nos ayudaron a recuperar parte de la humanidad que esta sociedad estaba perdiendo.

Gracias. Y un aplauso.

ANA I BETRÁN

Médico especialista Microbiología