Opinión
Por
  • CASILDA SÁNCHEZ CALDERÓN

La modestia

La modestia es una cualidad del ser humano que se caracteriza por no tener ni mostrar una alta opinión de sí mismo.

Entre los clásicos llego a ser considerada una virtud relacionada con la humildad así como con la ausencia de vanidad, ostentación, soberbia y engreimiento.

De todos es conocido el popular y sabio proverbio castellano que reza "nadie es más que nadie", que significa cuánto es difícil aventajarse a todos, porque, por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre.

Otro concepto bien diferente supone la que se esconde tras la "falsa modestia", que no es otra cosa que una máscara clara y rotunda de la arrogancia, aparte de una estrategia artera del despiste, orientada no solamente a resaltar nuestras cualidades sino a incidir también en ellas, pero ¡ojo¡ con una especie de sordina, con la apariencia de restarle importancia.

Y es que, además de que ella es complemento de la sabiduría y de que el hombre modesto va unido generalmente al generoso -teniendo a su alcance ganarlo todo- ya dijo Confucio en su día que, "el hombre superior es modesto en el hablar, pero abundante en el obrar".