Opinión
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La Universidad Ciudadana, en agradecimiento a Javier Brun

Han pasado unos días desde tu fallecimiento, Javier, y desde la calma de esta situación tan extraña (en la que todo resulta raro y, cómo no, tu ausencia), la Universidad Ciudadana de Huesca quiere recordarte por haber sido siempre un estímulo para nuestras actividades y propuestas, por habernos ayudado a levantar un proyecto que solo tenía un grupo de personas y una ilusión que tú ayudaste a llenar con tus palabras de apoyo, tu saber y tu compromiso.

Han pasado ocho años desde (2012) que ese proyecto fue tomando consistencia y presencia. Y en este tiempo nuestra relación siempre fue directa y amigable..

Al principio fueron conversaciones y diálogos en torno a locales y espacios, al uso del Centro Cívico, a la solicitud de permisos, a la racionalización y transparencia de la cesión de emplazamientos públicos. Y siempre tuviste la actitud que esperamos de un gran amigo y no la de un mero técnico, la actitud de compartir inquietudes e ideas.

Más tarde (curso 2013-2014) te involucraste en nuestro quehacer con un curso que planteabas como un guiño y un reto a los que asistimos: ¿Sirve para algo la cultura y que querías que fuera más que una serie de charlas, "reflexiones conjuntas sobre el papel de la cultura en nuestro tiempo" . Decías que los participantes deberíamos aportar: ganas de hablar y de pensar, respeto a las ideas del resto, capacidad de síntesis y buena fe (con ese humor fino y delicado) y siguiendo con ese sentido sutil afirmabas que "NO" deberíamos aportar prejuicios, dogmas, convicciones, derrotismo y pesimismo.

Cuánta sabiduría en tus palabras, tan pocas, sencillas y tan certeras, que han sido tu ideario en la vida y en la cultura. Qué lejos está nuestro tiempo de la reflexión pausada, qué distante del respeto, del anti dogmatismo y qué falta de "buena fe".

Pasados los días, unos pocos años de estrecha relación y diálogo, vino el cierre del Centro Cívico (julio 2015- abril 2017) por reformas indispensables y eso nos aisló de nuestro lugar de referencia, pero no de ti. Seguimos creciendo con nuestras actividades al aire libre, nuestro senderismo (2015-2016) y nuestras aspiraciones críticas y sociales.

Y llegamos a nuestro último gran proyecto, que quisimos compartir contigo y para el que te pedimos apoyo: el Coro de la Universidad Ciudadana de Huesca. Corría el curso 2017-2018. Desde octubre de 2017, comenzamos las conversaciones contigo. Teníamos una idea grande para conseguir algo pequeño: "Querríamos que fuera un coro multicultural, polifacético y polifónico" (tal como lo publicitamos el 7 de marzo en el Centro Cívico. Nos dijiste que lo importante era que "fuera" aunque no pudiera dotarse de etiquetas. Y tenías toda la razón. Así fue, así ha sido.

A partir de estas conversaciones percibimos en tu alma, Javier, un cierto descorazonamiento que tenía razones relacionadas con ámbitos oficiales que patrimonializan y/o burocratizan la cultura. Y así matan o ahogan lo que tiene de vivo, lo crítico con el poder, lo que ensancha nuestra alma o que ayuda a seguir viviendo y alimentando nuestros espíritus. Y tú, Javier, te negabas, en lo más profundo de tu ser, a que la Cultura fuera patrimonio o instrumento del poder de turno.

Gracias, Javier, por tu presencia en nuestra existencia, que ya forma parte de nosotros; gracias por apoyarnos con tanto corazón como para decir que la Universidad Ciudadana "si no existiera, la tendríamos que inventar"; gracias porque compartiste nuestra pequeña aspiración, y sobre todo gracias por trascender, porque agrandaste y ensanchaste el mundo de la Cultura en Huesca y la elevaste como un referente que traspasó nuestros limitados proyectos. De corazón, gracias.