Opinión
Por
  • CARLOS GARCÍA MARTÍNEZ

Los tratos peperos con Bildu

Empiezo a escribir este artículo en plena algarada guerra-civilista contra el gobierno "sociocomunista en versión marxista-leninista, terrorista, asesino y venezolano". Últimamente ha tocado lo de la destitución del coronel de la Guardia Civil y lo del Pacto con Bildu. Superpuestas las dos movidas pueden servir hasta otros nuevos. Hoy voy a referirme, para dejarla fuera de juego, a la última. Ya saben, los cinco votos de Bildu que aseguraron la prolongación del estado de alarma al no tener asegurada el Gobierno su aprobación. "Sánchez negocia el estado de alarma con los proetarras que ayer atacaron la casa de su candidata en País Vasco", se apresuró a criticar Casado.

Con la ceguera propiciada por la consigna de olvidarse de complejos, se le pasó por alto que uno de sus líderes, Javier Maroto, en 2011 y siendo alcalde de Vitoria, defendió, en los desayunos de TVE, lo siguiente, según extracto de Internet: "Hay mucha gente en Bildu, es una amalgama plural, y creo que la situación ahora mismo en el País Vasco nos debe llevar a pensar en hablar entre todos. Yo lo hago en el ayuntamiento con el PSOE, PNV y con Bildu hablo de temas municipales porque toca. Excluir en este momento no toca". "Hay mucha gente en Bildu que ha pretendido la paz desde el principio". Maroto, durante su etapa en la alcaldía, recibió el voto a favor de Bildu en algunas medidas concretas.

Al margen de lo acordado con Bildu, el Gobierno ha limitado sus efectos y la reforma laboral se quedará en lo que se acuerde después de debatida con quienes proceda. Lo que da ocasión, en todo caso, a criticar el cambio posterior.

Opinar sobre la destitución del coronel es más complejo y arriesgado, ya que obligaría a poner en cuestión las opiniones políticas conservadoras de una parte, seguramente no despreciable, de los militares profesionales y fuerzas del orden. Otro día, quizás, les contaré lo que mi propia experiencia me dicta.