Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Coordinación europea en la compra de vacunas

La Unión Europea apuesta por el diseño de un sistema para la adquisición temprana y centralizada de vacunas contra el coronavirus, para, una vez disponibles, se puedan distribuir simultáneamente en función de las necesidades de los Estados miembros. Así lo aseguró ayer la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, tras una videoconferencia con los ministros del ramo de todos los países.

La pandemia ha vuelto a constatar las dificultades para el establecimiento de políticas comunes coordinadas por el órgano supranacional, de tal manera que la evolución de la crisis ha dependido exclusivamente de la toma de decisiones de cada uno de los Estados. En casos como el de Italia o España, no se puede definir de manera sobresaliente la gestión efectuada desde sus respectivos ministerios, si cabe con menos condescendencia hacia el titulado por Illa porque el trasalpino ha sido un espejo en el que nuestro país debió mirarse por la ventaja de constatar cómo se producía la ejecutoria del virus con dos semanas de antelación.

La coordinación entre los Estados miembros de la Unión Europea debe regirse por criterios de eficiencia. En esta tregua que está dando el virus, los ministros que tienen en sus manos la gestión de la salud pública deben poner en común su experiencia, las políticas que han funcionado, las medidas estériles, los aciertos y los errores. Y, al final, construir una gran central de compras no ha de servir exclusivamente para ahorrar, aunque si para optimizar los recursos a través de la eficacia en la consignación y en las transacciones, sino fundamentalmente para cortar todos los fuegos de penetración de la enfermedad. Como reconocen discretamente algunos gestores, caer dos veces en la misma piedra sería imperdonable.