Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Contra la ley de Murphy

Asegura la versión tecnológica de la ley de Murphy que las posibilidades de que un documento se estropee están proporcionalmente relacionadas con su importancia. Después de más de un par de meses de cierto sesteo y discreción, nuestra provincia ha tenido el infortunio de saltar a la palestra nacional con una fortaleza muy inconveniente, al ser la primera en la que una parte de su territorio ha retrocedido en su evolución hacia la actividad normal. No hay que entrar en la oportunidad del retroceso administrativo, que no es criticable sino perfectamente comprensible, pero tampoco podemos quedarnos en la inanidad de ánimo de estimar que es un simple episodio sin más consecuencias que las sanitarias.

Todos los informativos de los medios audiovisuales, además de las autoridades sanitarias, han colocado en la primera línea del escaparate la palabra Huesca y, con ella, la denotación del contagio y las connotaciones de la inseguridad y la imprudencia. La generalización, la ausencia de matices, en este tiempo de los titulares cortos y los tuits irreflexivos, provocan unos daños importantes en el embrión de la temporada turística de una provincia con una gran dependencia de este sector. Si no se profundiza, que no se hace, si no hay responsabilidad en la comunicación, los daños no son colaterales, sino frontales. Y, en esta tesitura, hay que combatir la predestinación "murphyana" con buenas campañas, con mensajes claros y rotundos en los que colaboremos absolutamente todos los aragoneses, con las certezas de nuestra actitud pero sin sentimientos de culpabilidad que son individuales y, en todo caso, sistémicos de otros estadios. Prudencia, mucha. Complejos, ninguno. Que en sensatez hemos obtenido durante todo este ciclo una muy buena nota. Tanta como en hospitalidad.