Opinión
Por
  • JESÚS GERICÓ (ALCALDE DE SALLENT)

Un precio justo para la parcela de la depuradora

Pagamos unos impuestos, como el de Sucesiones, a un precio de la zona más exclusiva de Aragón. Los precios de reversión de las ?ncas de los antiguos propietarios de Lanuza giran en torno a los 240 € m2 en zona rústica a día de hoy.

La CHE revierte la ?nca donde se ubicará la estación depuradora de aguas residuales por 26.800 € a los antiguos propietarios. Claro, es zona privilegiada. 6000 m2, 26.800 euros. Es expropiada posteriormente por 9500 € por el Instituto Aragonés del Agua, organismo que asume las competencias de depuración de aguas en el territorio aragonés. Sí, han leído bien: los antiguos propietarios pagan a la CHE 26.800 € por hacerse con 6000 m y el Gobierno de Aragón esos mismos metros por 9500.

Como alcalde, desde luego quiero que haya una depuradora, claro que sí. Pero quiero que la CHE, el Instituto Aragonés del Agua, con la obligada colaboración del Ayuntamiento, no hagan pagano del Plan de Depuración a un solo propietario. Y si se hace, que sea compensando con un precio acorde al que ?gura como valor medio del pueblo de Sallent, tanto en el Gobierno Autonómico y Estatal para calcular los impuestos.

Cabe recordar que el Ayuntamiento que yo presido paga anualmente por verter aguas a los ríos, por contaminarlos, la nada despreciable cantidad de 32.000 euros anuales. ¿Por qué se vierte agua sin depurar a los ríos? ¿Por qué no se ha construido con anterioridad la depuradora? ¿Dónde está el dinero que Europa destinó a tal ?n? ¿Fue acaso este dinero utilizado con ?nes más partidistas que de interés general para la Comunidad aragonesa?

Entre todos, solicito que busquemos una solución que satisfaga no solo a los propietarios de la ?nca --su campo va a desaparecer--, e insto a que esos recursos (320.000 euros anuales por un periodo de 10 años, pagados por el Ayuntamiento sallentino por no tener depuradora hecha, además de lo que cada vecino de la localidad ha pagado de ICA) sean destinados por la CHE o bien a la compra de suelos rústicos que compensen a los antiguos propietarios, o bien al pago en metálico de esa cantidad, abonada, repito, como canon de vertido por contaminar unas aguas de las que el IAA es responsable desde el año 2008.

Sería bueno que todos supiéramos a dónde han ido esos fondos que no se sabe dónde terminaron. Sería bueno que los aragoneses entendiésemos para qué tantos organismos duplicados, su misión, su función. Porque al ?nal no se trata de contentar a un amigo u otro del partido político de turno, se trata de estar al servicio de la gente que representamos. Y yo, como alcalde de Sallent, quiero que mi pueblo crezca, que las aguas se depuren y que no sea una carga exclusiva para la familia Aznar Bergua. Que tanto la Confederación Hidrográfica del Ebro, como el Instituto Aragonés del Agua, sean copartícipes de pagar aquello por los que nos vienen cobrando desde hace 10 años.