Opinión
Por
  • CARMEN TRASOBARES LÓPEZ

Rotundo éxito

El icono por excelencia de la Ciudad de la Luz ha vuelto a lucir su esplendoroso brillo de siempre.

Tres teorías distintas explican ese apodo de la bella ciudad parisina, la primera, por ser la urbe del siglo XVII que estrenó el alumbrado público mundial con lámparas de aceite y antorchas en puertas y ventanas, la segunda, porque fue allí en el XVII cuando sucedió el fenómeno literario de la Ilustracion o Siglo de las Luces, y la tercera y última, por ser en el XIX donde se inauguro el primer alumbrado de gas.

Tenga quien tenga la razón, lo cierto es que el monumento más visitado francés y uno de los más visitados en todo el globo terráqueo -indiscutiblemente- ha vuelto a reabrir sus puertas al público nacional e internacional el jueves pasado tras 104 días de cierre, a causa de la pandemia del corona virus acaecida en todo el planeta.

Pues bien, pese a encontrarse solamente los dos primeros pisos habilitados para su visita, tener que subir a pie los cerca de 700 escalones al estar prohibido el uso de los ascensores, la obligación inexcusable de tener que ir pegados en todo momento a la incómoda pero práctica mascarilla, y soportar el auténtico calor africano que por aquellos lares reina es estas fechas, se le augura -a partir de ahora- un rotundo éxito.