Opinión
Por
  • VICENTE FRANCO GIL

Ultras y antidemocráticos

La gran mayoría de los medios de comunicación han obviado la agresión que tuvo la diputada Rocío de Meer (Vox) durante la presente campaña electoral vasca. Al más puro estilo de los nostálgicos proetarras de la kale borroka, Rocío fue apedreada brutalmente en la cara. Son los cachorros de EH Bildu, formación totalitaria, ultraizquierdista, separatista y antidemocrática, los que boicotean y agreden verbal y físicamente a quienes defienden la unidad nacional que impone nuestra Constitución, precisamente la que ellos no respetan. En la España de Sánchez e Iglesias, los pactos para conseguir la aritmética precisa que les haga ostentar el poder, pasa por encima de las víctimas del terrorismo cuyo pasado quizá sí quieran enterrar, en contraposición al resurgimiento del guerracivilismo. Y lo grave es que mientras unos ejecutan, otros con responsabilidad política y policial parece ser que miran para otro lado. Esta nueva democracia social-comunista es evidente que discrimina con el arbitrio que define su carta de naturaleza. Votar a quienes lesionan derechos y libertades fundamentales, o a quienes lo consienten, degrada gravemente nuestro Estado de Derecho y hace peligrar la estabilidad social. No midamos todo con la misma regla, pues en la vida, no todo vale.