Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El turismo en una hoja de ruta coherente

La presencia, la escucha y la palabra de los Reyes de España en San Juan de la Peña y Jaca ayer obedecen a una hoja de ruta coherente dentro de la reconstrucción de un país que ha vivido una época propia, por su complejidad, dentro de su historia. Estos cuatro meses han cundido, con sus tristezas, sus lágrimas, sus esperanzas, sus tragedias y sus voluntades, como muchos años. Si miramos atrás, parece ayer ese día fatídico de marzo en el que hubimos de recluirnos en nuestras casas por un bien mayor e imprescindible, pero en nuestro ánimo hemos sufrido como si fueran décadas. Y, en cada momento, todos nos hemos examinado. La Casa Real lo ha hecho con solvencia, con determinación y coherencia. Se ha movido con la fluidez que exige dar respuesta a cada prioridad. Los Reyes han visitado todos los escenarios de la desgracia y del dolor, han estado en contacto permanente con los hospitales y con otros centros afectados, frente a cualquier afirmación propagandística ventajista que obvia el peso de las hemerotecas y, con tanta proximidad, de la memoria.

Cuando la economía se alineó con la salud para salir del marasmo, Don Felipe y Doña Letizia identificaron las necesidades para acudir, comunidad por comunidad, al auxilio de un identificativo de nuestro país, de una fortaleza, con el objetivo de recuperar las oportunidades que mermó el coronavirus: el turismo. En el caso de Aragón, con un 8 % de peso del PIB que es casi el veinte en Huesca, los monarcas han acudido justo cuando un rebrote ha llenado de generalizaciones los espacios informativos ajenos a nuestra tierra, con el daño consecuente. Los representantes del sector, ayer, agradecieron una visita que es una promoción extraordinaria de un destino referencial, único y que recobra el pulso. La mejor para poner en valor un territorio seguro, acogedor y maravilloso.