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  • Diario del Altoaragón

La parodia nacional o el desafío de la educación

Cobrando el epígrafe del popular programa televisivo, nos encontramos en plena parodia nacional... de la nación que sea que concibamos, si es que concebimos alguna. En España somos profundamente legos en la realidad de nuestra esencia, de nuestras raíces y de nuestra historia. Más: lerdos generalizados en geografía. El "Conócete a ti mismo" que desde el pronaos del templo de Apolo en Delfos proyectó un aforismo clave en la orientación de la sabiduría en la antigüedad griega se ha desvanecido ante la vacuidad de las manifestaciones de las leyes educativas y el pernicioso "efecto Google" homicida de la memoria y del afán de saber, porque centra más el esfuerzo en el mapa de los canales para obtener la información que en la memoria prodigiosamente cultivada en la oralidad y después con la irrupción de la imprenta. Ya Sócrates expuso su desconfianza hacia los libros por lo que podía representar de pérdida de esta facultad hoy minusvalorada.

Enumerar Aragón y Huesca como dos realidades independientes, ubicar Zaragoza al norte de nuestra capital, atribuir cuatro provincias a Huesca o a Aragón, incorporar Caspe al Alto Aragón...A la debacle de la calificación de la fase 2 flexibilizada y la generalización indisimulada a toda la provincia en la percepción de los receptores, se une el escarnio de constatar la gravísima ignorancia sobre una parte de España que, para colmo, fue el germen de su construcción. Se suma, así, la constancia de que hemos abandonado las humanidades que nutren la geografía y la historia, de tal guisa que los localismos han limitado la sustantiva curiosidad y sed de saber del ser humano. Educación e instrucción. Las risas por la sucesión de erratas y de gazapos ha de dar pie a una reflexión honda, plagada de responsabilidad. Salvo que, definitivamente, instalemos la parodia en la plataforma del disparate.

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