Opinión
Por
  • EDUARDO MARCO VALLE

¿Mascarillas?

Rotundamente SÍ. ¿Mascarillas al aire libre y con distancia social? ¡Me declaro Objetor! No hay razones científicas que justifiquen su obligatoriedad al aire libre. En todo caso se esgrimen razones pedagógicas, de ejemplaridad... Yo más bien lo atribuyo a razones políticas: "Que la oposición no me pueda acusar de pasividad o de falta de liderazgo...".

Pero ¿qué razón sanitaria puede haber para obligar a ponerse la mascarilla en una calle poco concurrida? Tengamos en cuenta que, según informa el Gobierno, el índice de "seroprevalencia" nos dice que apenas el 5% de la población española está infectada. Esto supone que la posibilidad de toparnos en la calle con algún infectado es muy escasa. Pero aunque así fuera, la posibilidad de que esa persona nos contagiara al cruzarnos durante 10 segundos por la calle, sigue siendo insignificante. No lo digo yo. Lo afirma el Centro de Control de Enfermedades de USA, que cifra en mil "Partículas Virales" (P.V.) la carga viral requerida para iniciar la enfermedad. Dicho Centro cuantifica que en cada respiración se emiten 20 P.V. Esto significa que para contagiarme en la calle tendría que estar casi una hora junto a esa persona.

Por otra parte, hay científicos que advierten de posibles efectos nocivos del empleo continuado de la mascarilla. Afirman que el vapor que exhalamos se va acumulando en la mascarilla y es un caldo de cultivo perfecto para virus, bacterias, hongos y parásitos... así como que la mascarilla impide que eliminemos correctamente el "anhídrido carbónico" que exhalamos, el cual puede volver a entrar en la sangre a través de los pulmones. ¿Cómo puede ser que en nombre de la salud se nos impida respirar correctamente? Lo malo de esta medida es que, pese a no apoyarse en evidencias científicas consistentes, se está preparando el camino para una estigmatización de quienes vayan sin mascarilla por la calle, aunque guarden la distancia social, se laven con frecuencia las manos y no adopten conductas de riesgo. Es comprensible que haya ciudadan@s que reclamen la mascarilla también en la calle, ya que se ha transmitido un mensaje de miedo al virus; pero es imperdonable que haya políticos o medios de comunicación que atribuyan a los "desenmascarados" epítetos denigrantes como: insolidarios, peligrosos, presuntuosos, egoístas... Termino reafirmando mi Objeción a la mascarilla al aire libre aunque, como no soy lo suficientemente consecuente con mis razones, me la pondré en la calle "por imperativo legal" ... y por evitar las multas con que nos amenazan, o sea por miedo. Si aún estamos a tiempo, dejemos hablar a la Ciencia en este tema. Empleemos la mascarilla allí donde cumple su función: en los sitios cerrados o concurridos o en las calles o aceras estrechas.