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  • Diario del Altoaragón

El desafío de agrandar las oportunidades

El ascenso a Primera División del Huesca es un acontecimiento de tal magnitud y con tantas consecuencias que bien merece una trilogía de editoriales. A la gesta deportiva, le sucedió la reflexión sobre los valores y los méritos de una gestión racional que optimizó los recursos hasta obtener unos rendimientos que trascienden lo meramente deportivo. Y, en este hilo, la congruencia nos deriva hacia los efectos que va a tener no sólo sobre el ánimo de los ciudadanos altoaragoneses, que en sí misma es una consecuencia nada desdeñable, sino sobre el desarrollo socioeconómico de la provincia. Hoy ya no funcionan los consejos del abuelo a Senén en la novela de Pérez Galdós, cuando le aseguraba que el dinero lo ganan quienes con paciencia y fina observación van detrás de los que lo pierden. Por supuesto que ésta es una facultad que ejerce el ser humano a través de la curiosidad para obtener réditos, pero en la competencia de hoy los modelos son aquellos que se aplican en los mercados y en las comunidades con habilidad y eficiencia, para que sean nuestras "liebres" en la carrera para optimizar los resultados de nuestros esfuerzos.

La Sociedad Deportiva Huesca ya dispone de la experiencia de la primera temporada en el olimpo, y a buen seguro tiene redactados y asumidos los puntos fuertes y débiles de su gestión en aquella tesitura, las posibilidades de mejora y los refuerzos de sus robusteces. En sí mismo, es un paradigma del éxito a través de valores como la humildad, el rigor, el trabajo en equipo y el talento. Ahora, toca que la capital y la provincia miren al Huesca, siempre dispuesto a ejercitar su capacidad de proyección del territorio, como una oportunidad para su progreso. Una ocasión de crecer sin traicionar su esencia, que es la que ha llevado hasta una comunión invencible. Con estrategia y mirada larga.

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