Opinión
Por
  • Llucià Vallés i Calvo

A Ángel Lorés

Fuiste el amante eterno de la mujer dormida,/ vestida de verdes y amarillos al morir la niebla./Tus huellas estarán siempre escritas en su falda/ y sus cielos reflejarán siempre tu mirada.// Fuiste capaz de medir el tiempo entre relojes,/ como si los relojes no tuvieran alas./ Supiste vestir de verde y oro las noches mágicas de enero/ y dibujar sonrisas en las caras infantiles.// Hoy Guara llorará en silencio tanta ausencia/ y vendrá alguna tormenta a acompañarla./ Mañana y siempre, en silencio, estará en la montaña tu presencia/ y tú, amigo, compañero, estarás besando las estrellas.