La sociedad civil sostiene el ánimo y el foco

Reconforta encontrar en este camino con más espinas que rosas referentes individuales y colectivos de desprendimiento, solidaridad y justicia. Agentes que conformarían la llamada sociedad civil, que el filósofo Michael Walzer define como el reino de la libre elección, la comunidad y la participación . El oxígeno de la democracia, como la calificaba Ban Ki-moon, quien fuera secretario general de Naciones Unidas. Hemos superado los cuatro meses desde que nuestras vidas cambiaron y a nuestro ser social un virus le arrebató las relaciones con las que fructifica la cooperación, la amistad, el trabajo y el ocio. El bien supremo de la vida exigió este sacrificio y, además, de las carencias emergió la voluntad de cientos y cientos, miles y miles, millones y millones de personas dispuestas a practicar el desprendimiento para paliar las terribles consecuencias sanitarias y económicas en una merma a mordiscos del bienestar de todos, en lo material, lo espiritual y lo psicológico.

En un primer momento, en nuestra provincia vivimos ejemplos que ensanchan el corazón con iniciativas potentísimas como "Más_cara es la vida", "Hable con ellos", "Vamos" que se entremezclaron con pequeñas grandes aportaciones de personas anónimas para facilitar protección a profesionales y particulares, en unos casos, o llevar productos con Cruz Roja, el Banco de Alimentos y multitud de entidades en otros. Allí donde hubiera una necesidad, aparecía una mano guiada por el motor de la bonhomía. Ayer, igualmente con destino al Banco de Alimentos, la plataforma Huesca Suena y Asociación de Comerciantes desafiaron el quebranto temporal con la camiseta diseñada por dos ciudadanos solidarios que han querido proyectar un San Lorenzo único con una camiseta para el recuerdo. El blanco luminoso y el verde esperanza.