Opinión
Por
  • ROSARIO OCHOA,JESÚS SANAGUSTÍN Y MARÍA JOSÉ LASAOSA

¿Para cuándo la erradicación de la segregación escolar en Huesca?

Sobre el proceso de escolarización del curso 20/21.

"Un alarmante 44% de los estudiantes y el 72% de los menores en situaciones vulnerables estudian en escuelas segregadas de facto que tienen una gran concentración de alumnado de entornos socioeconómicos pobres, gitanos e inmigrantes, así como con mayores necesidades de apoyo, lo que afecta al 46,8% del total de los centros educativos. La segregación escolar hace que aumente la repetición de curso así como el fracaso y el abandono escolar; disminuye las puntuaciones de las evaluaciones y afecta negativamente las expectativas de los y las estudiantes de cursar estudios universitarios".

Son palabras del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston, tras su visita oficial a España.

Como es bien sabido, en nuestra ciudad existen centros con una gran concentración "de alumnado de entornos socio económicos pobres, gitanos e inmigrantes, así como con mayores necesidades de apoyo". Y sí, a pesar del esfuerzo de educadoras y familias, esa situación hace que se cumplan a rajatabla las conclusiones del Informe del Relator de Naciones Unidas y de tantos otros estudios que vienen señalando la urgencia de combatir activamente la segregación escolar. Una segregación escolar que fue llevada a los Tribunales y cuyas sentencias obligaron a la Administración a tomar cartas en el asunto. Pero no parece que estemos aún en la buena senda. Los datos siguen siendo elocuentes y, lo que es peor, las políticas de planificación escolar en Huesca distan de salir de la cronificación denunciada.

¿Cómo puede entenderse que el Gobierno de Aragón, adalid en el papel de la educación inclusiva, siga eludiendo el mandato de la ley sobre equilibrio en la admisión de alumnos (con el fin de asegurar la calidad educativa para todos, la cohesión social y la igualdad de oportunidades dicen la norma y un mínimo sentido de justicia social) e insista, con el empecinamiento anual de la Dirección Provincial de Educación en Huesca, en realizar una desmesurada oferta en el número de plazas disponibles A ello se añade, para colmo, el aumento de ratio (23 este año) de alumnado por clase, respecto a los datos de población infantil que debe incorporarse cada año al sistema educativo. Algo nada recomendable, sin duda, para este próximo curso en el que vamos a tener que seguir conviviendo con la pandemia de la covid-19.

Analicemos las cifras del proceso de escolarización en la ciudad de Huesca para el curso 2020-2021, a fecha 25 de junio de 2020.

Con el principio de la libertad de elección de centro como eje rector del proceso, la Administración educativa fijó una oferta de plazas de tres años que ascendía a 638 plazas. Para esas 638 plazas ofertadas se han producido 463 matrículas, con el resultado que, de los doce centros sostenidos con fondos públicos en Huesca (8 públicos y cuatro concertados), cuatro centros públicos apenas han cubierto el 50% de las plazas convocadas, y la concentración de colectivos socialmente desfavorecidos en alguno de ellos es patente, además de tradicional, por lo que el calificativo de segregado le corresponde claramente. Respecto a la reserva de plazas para alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, los centros menos demandados coinciden con altos porcentajes de acneaes y los centros más demandados con menor porcentaje de acneaes; destacando la escasa o nula actividad de la Comisión mixta de diagnóstico previo de alumnos a escolarizar susceptibles de necesitar apoyo educativo por condiciones socioeconómicas o socioculturales (3 alumnos acneaes matriculados en 1º de infantil en todo Huesca este curso, frente a casi 20 de anteriores procesos de escolarización). También hay que destacar la ausencia de debate en el Consejo Escolar municipal debido a su nula actividad y que también ha caracterizado al, tan imprescindible como inexistente, estudio de los porcentajes de acneaes de los centros, transcurridos ya varios años desde las sentencias judiciales que obligaban a la distribución equilibrada de ese tipo de alumnado y su aplicación en el proceso de escolarización. Tanto la Plataforma en defensa de la Escuela pública como la Junta de Personal expresaron a través de diferentes notas de prensa su total rechazo a la sobreoferta de plazas, pero tampoco sirvió de nada.

Como era de esperar, el resultado final es que las ratios se han forzado al alza con perjuicio de la calidad de enseñanza, tenemos centros públicos semivacíos con inexplicable abandono e ineficacia de las infraestructuras públicas (138 vacantes en los colegios públicos), alta concentración de colectivos vulnerables necesitados de apoyos en centros segregados, donde se cronifica su exclusión y se alimenta el efecto huida de las clases medias, pérdida de valores reales de convivencia en la diversidad y mutuo enriquecimiento cultural. Al fin, pérdida de cohesión social y de oportunidad de futuro para la gente y para la ciudad.

Estamos convencidas de que sí hay soluciones y que con participación democrática de toda la comunidad educativa, la orientación de personas expertas que han orientado otros procesos y la convicción clara de que hay que ponerse manos a ello, la escolarización en Huesca podría ser un ejemplo de proceso de inclusión y lucha contra la desigualdad. Un verdadero Pacto Social por Huesca debe blindar inexcusablemente la defensa de la Escuela Pública atendiendo, prioritariamente, a los menores en riesgo de exclusión social y educativa y favorecer sin subterfugios la mayor cohesión social y educativa posibles. Hoy estamos decidiendo el futuro de todos nuestros menores y en nuestras decisiones recaerá la responsabilidad de si estamos asegurando la real igualdad de oportunidades o seguimos en la inercia social de la segregación y la exclusión de unos en favor de la exclusividad de otros.

La pregunta que hacemos tanto a la Dirección Provincial como al resto de poderes públicos, pues la segregación escolar no sólo es un problema educativo, sino también de la ciudad, es la siguiente: ¿Cuándo y cómo piensan tomar las medidas pertinentes para acabar con la segregación escolar en la ciudad de Huesca Si en tiempos de pandemia, cuando por todas partes resuena el "Que nadie se quede atrás", no atendemos de forma audaz y clara precisamente a quienes ya se ha ido dejando atrás, curso a curso, poca credibilidad tendremos como sociedad.

Esperemos que en la próxima visita de la ONU, el relator o relatora que analice nuestros índices de desigualdad social no tengan que avergonzarse y avergonzarnos de nuevo.