Opinión
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  • PASCUAL ASCASO

A lo grande se volvió a subir a Primera

El día 18 tenía prisa por coger el periódico de mi buzón a primera hora de la mañana, para ver la portada del mismo y comprobar que había hecho el equipo de fútbol de la S.D. Huesca y me encuentro con: ¡Volvemos a Primera! Era el titular al que se añadía, 3-0 el Huesca golea al Numancia en uno de los mejores partidos de la temporada, aprovecha las derrotas del Almería y el Zaragoza y sella su regreso a la categoría.

Ha dejado claro que el Huesca es un equipo de primera, de primera división y haciéndolo por méritos propios y no por los deméritos de los contrincantes, pero si dejando menos grandes a los grandes.

No soy aficionado al deporte del balompié, pero si me alegro de cualquier triunfo ajeno y por lo tanto, como no, del equipo de fútbol de la S.D. Huesca que ha vuelto a poner a la ciudad en lo más alto, para satisfacción propia del equipo, de la afición, de la provincia y de la ciudad en particular.

Con un dolor profundo se habrán quedado los aficionados de no poder celebrar a lo grande el triunfo de su equipo, pero sabedores de las circunstancias que atravesamos y por responsabilidad, me supongo que se habrán dicho, ya vendrá otro momento mejor para poderlo hacer porque esto no se perdona. Por ello hay que felicitar a toda la afición por respetar las normas establecidas para no poner en riesgo la salud de las personas por la pandemia y poniendo de manifiesto, por lo tanto, que también es una afición de primera. De momento la satisfacción la llevarán por dentro sin que ésta se pueda usurpar. Felicidades.

Está claro que el 17 de julio de 2020 será una fecha para el recuerdo de nunca olvidar, que coincidió con el año de la pandemia, que se jugaba con el campo vacío, pero sin dejar de llevar la afición siempre en su corazón a su equipo, y éste lo sabía. Por todo ello la afición merece un sobresaliente Se falló contra el Racing de Santander pero se enmendó la plana contra el Numancia de manera brillante. Nunca es tarde si la dicha es buena y de verdad que lo fue. Los consagrados Okazaki y Mir, la portería a cero, y el 3-0 fueron un broche final difícil de olvidar. Equipo, afición y Huesca ciudad, enhorabuena.