Un aniversario dominado por el monotema
Con absoluta certeza, el aniversario ideal de una legislatura es aquel que se refiere a asuntos diversos que son sustantivos para la ciudadanía y que afectan tanto a cuestiones económicas como políticas, sociales, culturales, deportivas y de todos los ámbitos de los que depende el funcionamiento normal de un Estado de Derecho que enmarca las libertades, los deberes y el marco de acción de los aragoneses, en el caso de nuestra comunidad, y de los españoles.
Es obvio que, cuando el gobernante realiza la lectura, ni siquiera entre líneas se atisban señas de autocrítica y ayer el presidente Lambán no iba a ser una excepción. Pero es que, además, existen algunas líneas favorables a nuestra comunidad como es el diálogo entre los grupos parlamentarios y con los agentes económicos y sociales que han favorecido un clima que debiera redundar positivamente en el combate contra las tres crisis que ya no están en ciernes, sino absolutamente calientes: la económica con la destrucción de empleo y actividad; la social con las consecuencias terribles de la pandemia; y la sanitaria que todavía supura por sus heridas tras meses de feroz lid contra el virus con menos recursos de los que serían deseables y necesarios.
Independientemente del mayor o menor acierto en la acusación a algunos sectores como los profesionales de residencias, más que reproches debemos entender que es tiempo de responsabilidad en el sentido de asumir las consecuencias de nuestras acciones impulsadas en nuestro libre albedrío. Y que, en ese concepto, estamos todos concernidos, pero singularmente los gobernantes y todo el sistema español que, con fracturas como las ausencias de Torra y Urkullu y la anarquía en la contabilidad y las medidas, se resiente mucho más de lo asumible por el contribuyente.
Diario del AltoAragón