Opinión
Por
  • JOSÉ MARÍA FUIXENCH NAVAL

Pues claro que sí

Pues claro que sí
Pues claro que sí

Este año estamos sin toros, pero esperaremos impacientes al próximo para que todo siga igual. La muerte en vivo es el mejor ingrediente de las fiestas, un estímulo para los sentidos. Pues claro que sí.

Dicen los psiquiatras que los taurinos tienen uno de estos dos problemas: o son unos ignorantes e insensibles, lo que dice muy poco en su favor; o son unos sádicos, lo cual es mucho peor. Pero que no decaigan los clarines, elijamos un cartel de fiestas con una cabeza de toro sangrante, que al fin y al cabo es el resultado del arte que amamos. Ya no sabemos cómo justificar lo injustificable, pero no importa, disfrutemos levantando la bota mientras matan a hierro.

Algunos quieren acabar con este maltrato, menos mal que ideologías de nuevo sello intentan que regrese un pasado cuyo resultado ya conocemos, por mucho que se les llene la boca con sinónimos de libertad. Y menos mal que defienden la fiesta nacional, que es la fiesta de la madre patria. Clavemos rejones, puyas y banderillas, y sigamos tirando cabras desde los campanarios para descargar nuestras frustraciones. Divulguemos el arte de verdad, fomentando las atrocidades con escuelas de tauromaquia para crear cantera, no sea que se extinga la más genuina de las tradiciones, y aplaudamos cuando el estoque se hunda en el cuerpo del becerro; ¿qué mejores valores podemos inculcarles a nuestros hijos Pasará el virus y volverán los toros. Y como siempre, meteremos esa salvajada en el mismo saco de la cultura como si la gente fuese estúpida, que para eso nuestra nación es una, grande y libre. Pues claro que sí.

De quien es capaz de aplaudir lo que le hacen a un toro en la plaza me reservo la opinión, dejándolo en que solo son "seres", porque lo de "humanos" les queda muy grande.

Que tengan unos felices Sanlorenzos de nueva normalidad.