Opinión
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  • Diario del Altoaragón

En pocas palabras

El Obispo de Huesca, don Julián Ruiz, expresaba ayer la oportunidad que una disrupción en nuestras vidas como la que ha provocado la pandemia nos confiere para repensar las prioridades. No se trata de hiperbolizar los beneficios de las desgracias, que sería tan indeseado como cuando exageramos las bondades de ser víctimas de cualquier catástrofe. Y, sin embargo, la reflexión y su consecuente acción, en el hilo de la coherencia que debiéramos imponernos en nuestras existencias, nos conceden labrar nuestros propios caminos sin más influencias externas que las más fructíferas. Uno de ellos es el de la cultura. Hoy publicamos la concesión de los galardones "En pocas palabras" de esos templos del saber que son las bibliotecas. Ayer, en nuestro Extra Laurentino -114 años desde la primera edición-, un elenco de autores fuera de lo común, premiados en muchos casos, muy reconocidos en todos, se dio a los lectores en un ejercicio de generosidad apreciado por los miles de altoaragoneses con sensibilidad contrastada que es, en verdad, la gran garantía del criterio para edificar una sociedad más rica en matices, igual en oportunidades y diversa. Una trinidad que es el gran patrimonio recibido en esta época.

Curiosamente, siendo que su maravilloso esfuerzo para compartir su visión de la fiesta-no fiesta, de San Lorenzo y de las relaciones humanas fue tan desinteresado como pródigo en talento, los casi cuarenta autores que se reunieron en ese simposio en papel que fue el número extraordinario mostraron su gratitud por la ocasión de ponerse en contacto con los lectores de diarios, tan ávidos de conocimientos y ricos en curiosidad como los de los libros. Y, en esa comunidad, en la que se reconocen quienes la conforman, radicará el avance y quizás hasta la salvación social.