Opinión
Por
  • REYES CASASNOVAS

El museo del Telar de Tiro de Triste

Hace unos días tuve el enorme privilegio de conocer algo que está cerrado con llave a cal y canto en las hermosas tierras de Riglos: nobles y preciosas telas y telares de cáñamo, lana, moer, hilo de seda o algodón hechas con tintes naturales de cebolla o helecho -por ejemplo- elaboradas con la sabiduría de una mujer, trabajadas con la alegría, la delicadeza cromática y el savoir faire de Marie Noëlle Vacher en Triste.

Las chicharras de la tarde nos acompañaban, y las melodiosas explicaciones de mi dama franco-aragonesa se metieron en mi corazón, ahí se quedaron y ahí continúan.

Hoy sigue posándose en mi cerebro la pregunta de la vergüenza: don Juan Torralba, alcalde de Las Peñas de Riglos, ¿por qué este museo del Telar de Tiro de Triste está cerrado al público? ¿Para qué está cerrado este museo taller que fue donado al Gobierno de Aragón por Marie Noëlle Vacher y Pepe Granados Flota en el ambiente la palabreja coronavirus, alias covid-19, y en mi cerebro explota un ajá. Una joya como pocas, producto de tantísimo trabajo y dedicación, se cierra al público o no se abre, ajá un miserable sueldo a un/a joven que se encargue del tema es demasiado para las arcas del ayuntamiento, la entidad comarcal correspondiente, el Gobierno de Aragón o la prestigiosa Universidad de Zaragoza, ajá.

También hace poco tuve la ocasión de pasar por la Seo de Zaragoza, y hacerlo muy bien acompañado: pagamos, entramos y escuchamos las explicaciones que dirigían nuestras miradas atentas desde el cimborrio, a los arcos ojivales, a referencias icónicas e históricas, a tumbas señoriales y ornamentos alucinantes con los que mis ojos nunca dejan de sorprenderse, ¿le ocurre a usted también, sr. Alcalde don Juan Torralba? El coronavirus también está en la Seo: límite horario, no cierre, a lo que es un goce de espectáculo histórico-artístico y todo por el módico precio equivalente a un par de cañas y unas papas bravas en terraza con mascarilla.

Don Juan Torralba, señor Alcalde de las Peñas de Riglos de cuyas decisiones depende la expansión de lo que no puedo tildar de turismo sino de conocimiento del legado cultural del Taller Textil de Triste, referente internacional del arte textil tradicional, ¿qué hace usted que no abre las puertas al mundo de algo único, muestra de la recuperación y divulgación de métodos y sistemas artesanales de hilado, tinte natural y tejido? ¿Para qué ha dado un portazo a semejante tesoro de la memoria artesanal aragonesa ennoblecida con tanto mimo y profesionalidad por Marie Noëlle Vacher? El mundo tiene derecho a ver, oler, tocar y escuchar los telares, hilos y tapices del ingente proyecto del Telar de Tiro de Triste, ¿no cree? Le solicito que no se subestime, señor. No ejerza usted el humilde e inexistente ya, pero no menos digno, oficio de sereno que abre y cierra puertas. No señor, usted es alcalde no hay nada que pueda mermar el mayúsculo brote de dignidad que Marie Noëlle Vacher y Pepe Granados sembraron en Triste, algo tan reconocido por el Dr. Germán Navarro Espinach, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, o por el director de cine etnográfico Eugenio Monesma Moliner, o por el mismo consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga López, quien en su día, y como consta en el catálogo de "El Telar de tiro de Triste", afirmó en plural mayestático "Es nuestra obligación poner toda la carne en el asador para que ese buen hacer no se pierda, para que quienes nos sucedan puedan admirarlo".

Yo le invito a usted, señor Alcalde de la Peña de Riglos, don Juan Torralba, a adaptarse a este mundo de la Globalización, a poner la llave de la puerta del Telar de Tiro de Triste en manos de quien la abra diariamente con el orgullo y la dignidad que se merece por favor, no la tire al fondo del pantano de la Peña, ya tenemos demasiados ejemplos de casos de semejantes consecuencias en la historia de Aragón, ¿no le parece? Ponga enormes carteles de bienvenida en su municipio al mundo e invite a admirar lo que, según el Dr. Germán Navarro Espinech, es la "encomiable labor de recuperación de la tecnología antigua" del patrimonio cultural aragonés, español, europeo y mundial realizada por Marie Noëlle Vacher y Pepe Granados.

Gracias, señor.

REYES CASASNOVAS

Profesor de la Universidad de Zaragoza