Opinión
Por
  • ANTONIO CARRERAS CONTE

Ayudas a la ganadería extensiva por la presencia de los depredadores

Me gustaríaE GUSTARÍA pensar que la concesión de ayudas y subvenciones por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería a los ganaderos de extensivo, no solo por los ataques de los depredadores (lobo y oso) sino por su mera presencia, es por apoyar al sector ganadero, algo que es necesario, aunque son ridículas, dado el gran perjuicio que ocasiona la fauna salvaje. Lo que de verdad está consiguiendo es dividir y enfrentar entre los que están a favor, acogiéndose a estas ayudas y los contrarios, que consideran que es una forma de chantaje y de hacer callar a los ganaderos para que se admita la presencia de los carnívoros.

Escribo desde la libertad e independencia que me da el no estar en ninguna asociación y no ser ganadero, aunque conozco bastante bien el sector, sobre todo el ovino, mi opinión es muy particular.

Según la Administración, en el año 2018 pidieron las ayudas unos 90 ganaderos, en el 2019 fueron algo más de 130 y con los problemas por los que está pasando el sector se supone que este año aumente la cantidad de peticiones. Quede claro que solo pueden pedir estas ayudas los ganaderos de las zonas donde se ha detectado la presencia de lobos y osos.

Es difícil desde fuera posicionarse en un lado u otro. Varias son las razones (no solo económicas) de quienes piden las ayudas. El estrés, miedo y preocupación que produce el tener un depredador asesino rondando tu rebaño no se paga con dinero. Conozco ganaderos que han tenido problemas familiares por los ataques del lobo y todo lo que eso supone, en varios casos el debate familiar era el seguir o no con la actividad. En la cuestión monetaria, el gasto que les supone convivir con estas fieras a veces es grandioso, desde tener que estabular el ganado, no poder aprovechar pastos, más mano de obra y un sinfín de costes que desde luego ni mucho menos compensa el dinero recibido. Por otro lado están los que consideran que acogerse a las ayudas es una forma de legalizar la presencia de los depredadores, que ya no se podrá protestar, en definitiva, piensan que la Administración con esta medida trata de comprar el silencio del sector.

También las organizaciones agrarias, asociaciones ganaderas o la Plataforma contra la presencia del lobo y oso en Aragón que se han posicionado en contra de las ayudas. Tanto a una como la otra postura todo mi respeto y comprensión, y esto es lo que pido para todas las partes. He estado en cenas de ganaderos donde había ausencias porque se habían acogido a las ayudas, incluso amigos que se han dejado de hablar por lo mismo. Esto no puede continuar así, para los retos que se vienen encima hay que estar más unidos que nunca, esta división y enfrentamiento es insostenible y solo favorece a los que están a favor de los depredadores y quieren terminar con la ganadería extensiva. Las asociaciones ganaderas o plataformas se tienen que manifestar en contra de las ayudas, pero respetando la decisión particular de cada asociado, ¿o acaso estas entidades están dispuestas a hacerse cargo de los gastos que provocan los depredadores Y luego esta la Sociedad, que dada la situación por lo que esta pasando no puede permitir que por ejemplo el lobo de Los Monegros, que no produce biodiversidad ni nada, un animal que nadie ve, solo se sabe de él por dejar de vez en cuando el monte lleno de ovejas muertas y moribundas. Entre los desastres que hace, las ayudas, y el personal que hay detrás, cerca de medio millón de euros al año que nos cuesta a todos, el capricho de unos pocos.

Los ganaderos no quieren ayudas, lo que desean es que les quiten el problema, trabajar y vivir tranquilos.

Desde mi punto de vista es la Administración la que tiene que correr con todos los gastos que ocasionan la presencia o ataques de los depredadores, incluso animo a los afectados que denuncien los daños colaterales como estrés, depresión o problemas que originan los ataques. Y desde luego por ambas partes tiene que quedar claro que el recibir ayudas no quita para protestar y manifestarse en contra de la presencia o introducción de lobos y osos.