Contagio

España despide con lágrimas en los ojos al Rey emérito, el cual, espero, no se haya ido, con las prisas, con la PCR sin hacer. Si no: vaya rollo... Los demás ciudadanos tenemos que estar en este aspecto muy tranquilos porque, dentro de poco, pasarán por nuestras casas a realizar el test y apuntarlo formalmente en tu cartilla, como debe ser. Porque la seguridad es lo primero. La nueva normalidad exige algunos sacrificios en este aspecto, ya que, entiéndeme, podría darse el caso de que seas asintomático, como sucede en un 40-60% de casos, y andes por ahí, ¡yo que sé!, haciendo cualquier actividad donde puedas contagiar con la mente, incluso yendo a trabajar inconscientemente sin las debidas garantías sanitarias. Un sacrificio éste de cumplir que servirá además para evitar males mayores, como la muerte (próxima en las estadísticas al 0,000X % tras la nueva oleada de casos), o para decidir si se cierra tu barrio, pueblo o, incluso, tu Comunidad Autónoma, incluso tu país de nuevo. Seguridad primero, hermano. Servirá también para evitar la difusión del "bicho", ya sea por el agua de sumideros, acuíferos, ríos, mares o por otros sitios, como bosques vírgenes no controlados y así. Que ya decía el poeta: "somos como ríos que van a parar a la mar, que es el morir". Por eso, tienes que meterte esto bien en la cabeza: ¡sin PCR, eres como una bomba de relojería! Y aún así: ¡ojo! Y cuidado: hacer caso solamente a las informaciones que llegan por los cauces oficiales. Nada de prestar atención a otras, como las censuradas y tal, que pueden crear mucha confusión, además de estrés, incluso agravar enfermedades psiquiátricas y llevar al suicidio. Cuidado... Cuídate y vigila bien.