Opinión
Por
  • JAUME CATALÁN DÍAZ

Gracias, Morricone

Decía Dostoyevski, en su novela "El idiota", que la belleza salvará al mundo. Que la belleza es imprescindible para una vida llena de sentido y significado profundos, esta realidad se nos muestra con evidencia al repasar la vida de Ennio Morricone, fallecido el pasado mes en Roma, a los 91 años de edad.

Considerado con justicia uno de los mejores compositores de todos los tiempos, en lo que a música para el cine se refiere, deja un legado enorme en las melodías inolvidables de películas como "El bueno, el feo y el malo", "Novecento", "Cinema Paradiso" o "La misión", la historia que cuenta la labor que llevaron a cabo los misioneros jesuitas en algunos lugares de Hispanoamérica, durante el siglo XVIII.