Opinión
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  • Diario del Altoaragón

La robustez a toda prueba del Balonmano Huesca

E L BALONMANO es un deporte pensado para una juventud fornida, robusta, que no rehuye el contacto, que busca con habilidad los huecos, que identifica la meta para conquistarla, que tiene paciencia en la circulación y velocidad en la ejecución. Un despliegue físico y mental para resolver las barreras. Es como una vida exigente... y su normativa y desarrollo se refleja absolutamente en todos los estamentos de un club como el Balonmano Huesca, Bada Huesca por el patrocinio, que este año redobla el esfuerzo para superar las adversidades con la simbología que le otorga su historia que abraza las bodas de plata con 25 años, y precisamente ese es el guarismo porcentual del descuento de los precios para los abonados por los partidos que no se disputaron en la campaña pasada por la suspensión a causa del coronavirus.

Deslumbrados legítima y lógicamente por las proezas del Huesca y por las ambiciones expresadas del Peñas de baloncesto, es deber de justicia reconocer los méritos que concurren en el equipo de balonmano, que suma ya con la entrante diez años consecutivos en la élite de este bellísimo y admirado deporte. Una década desde aquel histórico triunfo sobre el Anaitasuna que dio paso a una época dorada que conoció los laureles europeos y no ha detenido su proyección hasta la fecha presente. No es habitual encontrar, en un club relativamente joven de una ciudad pequeña una trayectoria tan plagada de glorias y de entrega de un espectáculo inmenso con el que nos ha ilusionado a todos. Por las circunstancias generales y las del propio deporte que se ha envuelto en conflicto en las últimas semanas, Bada Huesca requiere el mayor esfuerzo de los aficionados y de los oscenses. Acercarse al Palacio a un partido es el mejor imán. Ahí quedarán ligados a un gran proyecto que proyecta nuestra ciudad