Opinión
Por
  • ANTONIO VALDÉS PALACIO

Los sin techo y el coronavirus

Después de la crisis del ladrillo con los desahucios, nuestras calles se llenaron de seres humanos durmiendo donde podían. Ni el PP ni el PSOE se han preocupado de dar cobijo a este colectivo realojándolos en sitios de acogida donde les proporcionaran un techo y alimentos para poder vivir dignamente. Se han hecho aeropuertos sin sentido que no son rentables, pero si ese dinero se hubiera invertido en albergues, esta pobre gente, hijos de Dios como nosotros, vivirían dignamente. Aparte de ese caso de inversión faraónica, se han llevado a cabo muchos ejemplos de tirar el dinero. Tendrían que soportar los políticos una pena de vivir en la calle para que vieran la dejación de funciones que han cometido. No tienen perdón del Señor y menos ahora que hipócritamente les están buscando sitio para dormir y cumplir el aislamiento. Esto es una falta de vergüenza al cuadrado. Me recuerda a todos aquellos que, durante la crisis sacaron a sus padres de la residencia para poder comer, y demasiados después volver a llevarlos al mismo sitio.

Señor Sánchez y su equipo de gobierno, "rectificar es de sabios". Espero que, cuando pase la pandemia, se les ablande el corazón con todo lo que les estoy contando y monten infraestructuras para este colectivo vulnerable que son los mártires de este capitalismo salvaje que existe en este país. Muchos seres humanos se vieron en la calle al ser desahuciados por los bancos sin que el gobierno sacara un decreto ley ante el crack del ladrillo para evitar esta situación, dando carencias a sus préstamos hipotecarios y a los que están alquilados subvencionarles parte de lo que pagan de alquiler. Esperemos que esto no vuelva a pasar en esta crisis.

Tomen estas mejoras en serio y cúmplanlas ya que todos somos hijos de un mismo Dios y debe prevalecer en una sociedad democrática la solidaridad y no la avaricia. En sus manos está el legislar y todas las fuerzas políticas de este país deben ir todos a una para acabar con el calvario que sufren las personas sin techo. La ciudadanía y yo se lo agradeceremos de corazón.