Abandono

Cuando se hace un recorrido por el Barrio del Perpetuo Socorro se tiene la sensación de que está abandonado por las instituciones. Parques sin cuidar, jardines en el mismo estado, parterres y alcorques igual. Solares que son un bosque de hierbas. Las hojas que ya comienzan a caer de los árboles adueñándose del suelo.

Habitualmente el Parque del Encuentro tiene los viales muy sucios de excrementos de ave y de vez en cuando, después de meses, el césped de un parque es cortado, un jardín arreglado, unos cuantos alcorques de una calle limpiados (no la totalidad) o en uno de los solares pasa una máquina segando todas las hierbas incluidos los cardos de casi tres metros.

Pero ya está.

Hemos hablado con los cuatro últimos directores de la Residencia Sagrada Familia para que el arreglo del terreno que hay alrededor sea regular, pero nada.

Puede parecer pesado andar haciendo comparaciones y que nos quejemos pero es que también salimos del barrio y tenemos que andar por otras partes de la ciudad. Y... es otra cosa. Es una chulada ver el Parque de las Olas o el del Padre Querbes.

En un momento dado, observas que se desinfectan los contenedores de tu calle, pero hace mucho que ya no lo ves hacer, ¿será casualidad no coincidir para poder verlo Lo mismo con el camión que rocía con agua y jabón o agua y lejía: lo vimos un tiempo haciéndolo pero cuando pasa ahora apenas suelta agua.

Coches pasando por las calles del barrio a gran velocidad, quedadas nocturnas en los parques y posterior desplazamiento por las plazas alterando la necesaria paz nocturna.

Quizás la vuelta a fases anteriores de la pandemia en nuestro ámbito lleve al pesimismo que resalta lo que falta sobre lo que ya hay. ¡Pero es que falta! Una manera de animar a la población puede ser cuidar con mayor esmero su entorno. Nuestra salud va en ello. No sólo por higiene. Un entorno agradable, limpio y cuidado, mejora la salud de sus habitantes.