Acoso publicitario
En este mundo globalizado que nos ha tocado vivir, el sufrido ciudadano cada vez siente más hartazgo de recibir ofertas comerciales telefónicas -no importa del producto que sea- a cualquier hora del día.
Los mensajes molestos y llamadas por teléfono no deseadas son recibidas tanto en las líneas móviles como en las fijas, pareciendo ser infructuosos -hasta el momento actual- los intentos de quedar a salvo de este auténtico abuso del tele marketing existente hoy día. Porque, ese delito de intromisión en la intimidad -recogido en el artículo 178 del Código Penal- como es el de invadir y violar la privacidad de cualquier individuo sin su consentimiento, puede afectar tanto al propio domicilio personal como a temas médicos, bancarios e informáticos así como a otros muchos más.
Y es que de bien poco -o más bien, de nada- han servido las manifestaciones de los máximos responsables de estas empresas reconociendo que, pese a promover ellos siempre "las buenas prácticas", que incluyen -por supuesto- no llamar a quien no lo desea, hay ciertas empresa que ¡ojo! tal como ocurre en la propia vida, persisten obstinadamente con este claro acoso publicitario.