Opinión
Por
  • JOSÉ SANMARTÍN SOPENA (PROFESOR DEL IES JUBILADO)

Otra vez coronavirus

Han pasado ya casi seis meses desde marzo, cuando fuimos confinados por orden del Gobierno, asesorado por expertos, para tratar de atajar la pandemia del Covid-19. A mí me da la impresión de que sabemos muy poco sobre ese virus que ahora ha vuelto, aunque por suerte con menor virulencia.

Yo escuché, en la tele, a un experto en virología, explicar con paciencia a todos el tiempo que ese virus podía vivir en distintas superficies: papel, cristal, madera, plástico, etc. Quedé convencido de que lo que decía era cierto y pensé que lo habría comprobado anteriormente y por eso lo explicaba con tanta seguridad. A los pocos días la OMS afirmaba "no haber evidencias" de que dicho virus se transmitiera a través de los objetos. ¿A quién debemos creer Otra día escuché a una doctora, creo que del Hospital de Barbastro, afirmar que probablemente el virus había contaminado un 5% de las vacunas contra la gripe, administrada en octubre pasado y que, como a los mayores se les vacuna a casi todos, eso explicaba el gran número de infectados y fallecidos en las residencias. Ella misma solicitaba que su teoría fuese investigada.

Es cierto que la gente joven no está respetando los consejos de las autoridades sanitarias, tal vez necesitan divertirse después del largo confinamiento, por eso se juntan en playas, discotecas, bares, domicilios particulares, calles, plazas, parques, etc. posiblemente, si los datos no mejoran en pocos días, nos veremos otra vez confinados. Lo tendremos bien merecido.

Yo no soy médico, ni virólogo, ni microbiólogo. Desde el sentido común que dan los años vividos a las personas mayores, me atrevo a pedir otra línea de investigación.

Todo el mundo lleva mascarilla, se lava las manos, guarda las distancias, etcétera, pero el virus sigue en activo, aunque menos virulento. Parece que se nos ha olvidado a todos otra posible vía de contagio: las ventosidades pueden ser una forma de transmisión muy importante, que debería investigarse. Todo el mundo ha oído hablar de distintos tipos de pedos: insonoros, sonoros, de monja, etcétera. Los gases que se expulsan son altamente contaminantes. Están en contacto son los distintos jugos del aparato digestivo, se transforman, se mezclan con los excrementos en el último tramo.

Supongamos que en una ventosidad se expulse de media unos 4 litros de gases. Las personas de más edad lo hacen con mayor frecuencia. Si este acto lo repiten unas 25 veces al día, son 100 litros al día de gases contaminantes por persona. En una residencia puede haber 100 o más ingresados. ¿Cómo estará el medio ambiente del interior de esa residencia Si el virus está en esos gases allí no se salvan ni los residentes, ni los trabajadores, ni los sanitarios, ni los visitantes. ¿Podía ser esta la causa de tantos fallecimientos en centros de mayores Supongo que alguno, con razón, se reirá de mis suposiciones. ¿Y si fuesen posibles Sabemos muy poco de este coronavirus que nos está cercando, es necesario investigar mucho más.