Opinión
Por
  • RAQUEL BROTO

Es una guerra

Hasta ahora, en las guerras se enfrentaban dos o más bandos, de humanos, puede que guiados por un "adalid" y por tanto mal orientados. La covid, plantea una situación insólita: cabrea a la población civil, hasta el extremo de la insurrección, como yo, y puede acabar en un "rodea al Congreso" si no se ataja con otros medios. Sí, sí. Recuerdo el 15M. No le presté ni la más mínima atención. Y, hete aquí, que el líder liderísimo es ahora vicepresidente de Asuntos Sociales del Gobierno. Impagable. Bueno, más bien no; dirijo mi atención a él, como ejemplo, de que pudiendo estar alargando la mano y poniendo la mejor de las caras, sigue en su discurso de retuercecuellos. Sí que dio la cara, sí. En una ocasión. Confinado como estaba por la Covid, tuvo a bien plantarse en una reunión pública, ante los mismos medios, para, supongo, que no le ningunearan. Y hasta aventuraría que contagió al resto.

Es solo un ejemplo, de aquello, de "haz lo que yo diga, no lo que yo haga". Pero parte de lo que hizo queda, tanto en un momento como en otro. Como él, bien pudieran dirigirse críticas a otros destacados políticos. ¿Quién les elige ¿400.000 madrileños ¿El barrio de Salamanca y, sobre todo, se eligen entre ellos. Pero las restricciones, la supuesta pandemia, va dirigida contra nosotros. Nosotros somos los responsables últimos, y ellos, quienes dan las órdenes. No-no-no. No es que a mí me importe un pimiento ir o no a Zaragoza, por ejemplo. Y aquí va la segunda de mis críticas. Pero, ¿qué pasa con el resto de las enfermedades Yo tengo déficit de calcio. Este verano, prácticamente, no he tomado el sol. Es la menor de mis preocupaciones, pero tanto yo como mi entorno más próximo hemos envejecido casi diez años en cosa de meses. Y van naciendo otras, y encima nos dicen que "están sobrepasados". Yo, que trabajo a tiempo completo como paciente del Salud, puedo decir que ni me apetece irme a urgencias, por un dolor "urgente", dada la situación. Otros habrá con más necesidades. Al final, se puede ver de dos maneras: que o bien, por salvar a unos, nos están ahogando al resto, o que bien, por salvar su cuello, dicen que no pueden más. Pero, tampoco descarten un estallido general de la población.