Opinión
Por
  • ROSA MACHÍ PRAT

Las mujeres no somos animales

El otro día hablaba yo a un grupo de mujeres en tertulia de lo importante que es, que la mujer se haga valer y me comentó una de más de 65 años, con toda espontaneidad, que ella no le daba importancia al sexo y que de hecho mantenía relaciones sexuales con hombres, sin saber nada de ellos, simplemente porque le divertía y se sentía libre. Yo me pregunto ¿Es ese el único modo de sentirse una mujer libre En mi opinión, de la misma manera que una persona se habitúa a la bebida sin moderación se transforma sin darse cuenta en un alcohólico, las mujeres que van manteniendo relaciones sexuales sin ton ni son, sin darse cuenta se degradan física y moralmente, convirtiéndose a la larga en víctimas de ellas mismas, por mucha liberación que esa actitud defienda. ¿En qué nos diferenciamos las mujeres con ese proceder del de los animales Cuando veo a niñas de 15 años tomando la píldora del día después reiteradamente sin apreciar los riesgos no sólo físicos, sino psicológicos que se derivan de esa actitud, ante un posible embarazo no deseado y que les obliga a abortar o ante el contagio de una enfermedad de transmisión sexual, sin unos padres que les sirvan de ejemplo y de modelo, me dan mucha pena. ¿No sería mucho más beneficioso para la mujer el fomento de principios y valores morales y de autoestima dejando para la mayoría de edad la decisión de hacer cada mujer de su cuerpo lo que crea más conveniente ya desde una madurez y responsabilidad ¿Qué interés tiene el sistema de que las adolescentes en vez de aprovechar el tiempo formándose y responsabilizándose de su vida se entreguen a practicar las relaciones sexuales prácticamente desde la niñez con la degradación y daño que eso comporta.