Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Enfocar el esfuerzo al mercado de trabajo

Cuando la necesidad aprieta, cuando la precariedad abruma, es preciso tomar del mango esa herramienta de la inteligencia humana que es la conciencia para adquirir un conocimiento claro y reflexivo de la realidad. Sólo esa capacidad de alinear el diagnóstico con la intención y el foco nos puede conducir a resolver los problemas o a optimizar la situación colectiva de un país o un territorio.

Los datos de desempleo de ayer se pueden leer a través del filtro de la relatividad, pensando en que otros años han sido peores en octubre, o del rigor que aporta la exigencia, asumiendo que en doce meses las listas de desempleados han crecido un 26 % en la provincia de Huesca, y ya superan los 11.000 afectados -guarismo de épocas de crisis muy gordas-. En el caso de la comunidad autónoma, el crecimiento ha sido del 19 % de parados, y se acerca nuevamente a triplicar el volumen que había en 2008, bien es cierto que entonces el mercado laboral contó con el poderoso impulso dinamizador de la Expo.

Y, sin embargo, estamos en 2020 y con un panorama plagado de zozobras, entre las sanitarias, las económicas y las sociales, a las que contribuyen en una ceremonia de la confusión los vaivenes políticos, cargados de confrontación, incoherencia y falta de credibilidad. El paro no es una cuestión exclusivamente económica, porque afecta al bienestar social. Y por eso hay que ser extremadamente meticulosos en la planificación desde las administraciones, que han de comenzar por optimizar los recursos públicos y, sobre todo, promover los factores en los que la iniciativa privada, esto es, las empresas, puede hacer carburar mejor el motor de generación de riqueza y de empleo. Ese punto de partida es irrenunciable para cambiar y reequilibrar las palancas del progreso.