Opinión
Por
  • ANTONIO VALDÉS PALACIO

Mis siglas políticas: el estado de bienestar social

Soy un escritor cuyo objetivo es criticar tanto al PP como al PSOE por no gobernar para que España sea un jardín del Edén con lo rica que es al cargarse estos políticos de mala entraña a la clase media española, que es la columna vertebral de un estado de bienestar social.

Estoy harto de injusticias sociales, de marginación, de desahucios, de malnutrición en los niños, de ver a los sin techo durmiendo por las calles, de depresiones causadas por problemas financieros llegando incluso a suicidios, de la pobreza energética en los hogares, del copago de medicamentos, de la usura de los bancos, de cómo se aprovechan los grandes supermercados con los precios de los alimentos, de los parados de larga duración, de las pensiones de las viudas, de los talentos que no pueden estudiar por ser de familias pobres, de los empresarios tiranos, de que la gente tenga las dentaduras en perdición por no cubrirlas la Seguridad Social, de los que se arruinan trabajando, de que los agricultores y ganaderos vayan a pérdidas, de que la Justicia esté manipulada por políticos y banqueros, de los vividores que no quieren trabajar y viven subvencionados, de que los camellos droguen a la juventud y luego entren cuatro días en la cárcel, de la corrupción política, de la saturación de políticos y funcionarios, de que la gente no pueda llegar a fin de mes, de que se despilfarre el dinero en obras faraónicas, no rentables y no haya una política hidráulica y forestal, de que los autónomos estén cosidos a impuestos y las grandes fortunas solo paguen el 1 % las SICAPS, de que se pague el impuesto de Sucesiones en toda España menos en Madrid, que están empadronados los ricachones, de que no haya residencias públicas para ancianos con poco poder adquisitivo y estén viviendo solos en casa bajo el umbral de la pobreza, de que a los emprendedores no les avale el gobierno sus proyectos, de los retratos en la sanidad pública, del alto precio de los pisos y de los alquileres, de la juventud que no tiene trabajo estable y no puede independizarse y casarse, de las familias monoparentales que no reciben dinero de sus parejas y el gobierno tenía que tener una especie de Fogasa para estos casos, de los ERE de los bancos y empresas con muchos beneficios que no los tenía que tolerar el gobierno, de las personas con invalidez que, por no tener 5 años cotizados, no les dan más que una mísera paga no contributiva, y tienen muy difícil el acceso al mundo laboral. También de que los ahorradores no les den ni para pipas, y los bancos sean unos usureros a la hora de prestar dinero, de que las empleadas del hogar y autónomos no tengan paro, de que los funcionarios cobren el 100 % de la baja y los obreros sólo el 70 % de las quiebras fraudulentas que arruinan a los que trabajan con ellos y no los apoye el gobierno y los bancos condonadores las deudas contraídas por culpa de estos sinvergüenzas con una especie de Fogasa, de los aforamientos de las pensiones vitalicias, de que los seguros de salud no cubran la enfermedad mental, de que los parados cobren cuatro chavos, de un Tribunal Supremo oligarca que apoya a los bancos caciques son sentencias que los absuelven..

En definitiva, estoy harto de esta falsa democracia que es un fascismo que no mata con bala, sino que te mata en vida económicamente dejándote en la miseria mientras una minoría se hacen asquerosamente ricos.