Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

Pobres nens

El Instituto Ramón y Cajal de Huesca reclama más espacios
El Instituto Ramón y Cajal de Huesca reclama más espacios
D.A.

Mi amiga Teresa, artista entre los artistas, está ofendida. En su condición de ser libre, lleva toda una vida buscando alcanzar la verdad, sin preocuparle la extensión o la brevedad de sus razonamientos, como preconizaba Platón frente a los esclavos condicionados por la clepsidra (el tiempo) y los amos. A ella, que agradece la oportunidad de haber vivido bajo el gobierno de Felipe González, y a sus compañeros de claustro (algunos ya ex) del Ramón y Cajal les ofende como docentes que el castellano haya dejado de ser lengua vehicular en la educación de toda España. Progresistas ejercientes, no entienden esta indisimulada inclinación sumisa del que fuera su partido predilecto ante Podemos y ERC.

En sus pensamientos, el patrimonio de ese idioma por el que una academia limpia, fija y da esplendor, no siempre con acierto, pero tampoco con renuncias. La integridad no entiende de intereses y no hay un puñetero presupuesto que merezca la pena si con las cesiones vendes el alma del pueblo. Sí, como suena. Es una forma indigna de desarraigarnos de nuestra historia, de nuestra literatura, de nuestros saberes, de nuestras raíces. Entreguismo al tener a costa del ser.

Le recomiendo a Teresa "Cataluña, la ruta falsa", de Món Bosch, rigor sobre una región que es tan españolísima como Rocío (Jurado).

Al final, pienso en esos niños en toda España que quizás tengan que aprender el español como lengua extranjera para comunicarse con 580 millones de hispanohablantes. Y cómo perderán oportunidades laborales por el aldeanismo miope y corto de quienes cercenaron su futuro. Pobres nens. Lo sufrirán ellos. Lo pagaremos todos. Celaá, ¡quina miséria!.