Crisis y crisis

En estos momentos, en la sociedad actual, la decisión del qué ocurre no tiene dueño. Los datos sanitarios y económicos son espeluznantes. La sanidad en Europa empieza a estar colapsada y lo que está aún por venir. Los empresarios y trabajadores están hasta el cuello y en progresiva desaparición, muchos de ellos. Los políticos, nuestros políticos, nos están vendiendo una información que no cuadra con la realidad que vemos los ciudadanos.

Hoy nos dicen blanco y mañana negro. Nadie toma responsabilidades. Nadie sabe a ciencia cierta quién confina, dónde confina o a quién se confina. Y para más inri, se prevé una caída de la economía mundial tremenda, que ya está en sus inicios.

Vemos y oímos los informativos de cualquier cadena y no nos aclaran nada. Los autónomos van cayendo conforme pasa el tiempo, la hostelería deja de trabajar sin saber muy bien el porqué. Y encima hay un gran negocio montado en torno a la pandemia, creo yo, de sus problemas y los resultados que se conseguirán si hay o no vacunas. Es hora de beneficios fiscales, de rebaja de impuestos, de ayudas institucionales, de solidaridad y de realidades. Y no de recaudación sea como sea, que el Estado y el Gobierno parecen hacer.

Ni Europa, ni los parches que se ponen, ni nuestros políticos que aparecen cuando les interesa valen para intentar sujetar la pandemia sanitaria y económica. No hace falta ser un economista de prestigio o experto para ver que la Covid-19 va a provocar destrucción de empleo, cierre de negocios, pérdida de poder adquisitivo, colas de pobreza, etcétera.

Y ya saben, en el país de los ciegos, el tuerto es el rey, pero no emérito, por Dios. Aprendamos a sufrir y a ver la vida de otra manera. Las crisis están allí.