Opinión
Por
  • CONCHITA DEL MORAL HERRÁNZ

No todo es negativo

Hay mucha gente buena que trata de luchar para ser cada vez mejor, especialmente en la gente joven, que se están dando cuenta que no vale la pena ser viciosos y despreocuparse de los demás, esto no les da la felicidad, al contrario, pues una persona viciosa, si no puede cumplir sus caprichos, se enfada y se aísla.

A veces se oye decir: "ay, esta gente joven, juventud divino tesoro".

Hemos de pensar, sobre todo los padres, ¿los habremos dejado ya desde pequeños a su arbitrio y no los hemos educado bien, inculcándoles los valores humanos y sobre todo las virtudes para que luchen por vivirlos Quizá a veces los padres les damos caprichos para que nos dejen en paz, y este método no es bueno, desde niños ajustándose a su edad se les hace ver y distinguir el bien del mal. Los padres tienen que ser amigos de sus hijos, dedicándoles tiempo, teniendo paciencia, dándoles algún encargo en la casa y cuando hacen algo mal, decírselo con delicadeza y no delante de los demás. Hablarles también de Dios, enseñarles a rezar; inculcarles la laboriosidad, el respeto a los demás, la alegría, y cuando se equivoquen, que sepan rectificar, que hagan favores, que sepan respetar a las personas mayores, ceder el paso, el asiento en el tranvía, etcétera.

Me contaba una amiga que su hija de 8 años iba a coger el tranvía y le dijo su madre: "si entra una persona mayor y no tiene asiento se lo cedes tú" y contestó la niña: "claro mamá".

Y entró un matrimonio, se levanta la niña y le dice a su madre: "no sé quién es el mayor, ¿a quién tengo que dejarle el asiento ".

Bonito ejemplo, y es que la familia es la mejor escuela de aprendizaje, me refiero a una familia bien formada.