Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Sectores con el futuro en una nebulosa

Las consecuencias de la pandemia han dejado a importantes sectores de actividad en serias dificultades para su supervivencia. Se ha producido una incomprensión desde las instituciones, en buena medida motivada por la realidad de la falta de fondos suficientes para atender todas las necesidades, e incluso desde algunas capas de la sociedad, que parecen no entender que toda empresa y todo trabajador tienen la obligación de demandar soluciones cuando el devenir negativo de los negocios y de la actividad no es el efecto de errores en el funcionamiento, ni siquiera por condiciones estructurales irremediables, sino por la irrupción de un virus que ha puesto todo tan patas arriba que es punto menos que imposible identificar algún colectivo, administración o individuo capaz de vaticinar lo que va a suceder en el futuro más inmediato, no digamos en el medio o en el largo plazo.

A las protestas de los hosteleros, se sumó el pasado domingo la de los centros deportivos, que reivindican legítimamente sus derechos, que no son otros que los del desempeño de su trabajo con las normas más estrictas de seguridad para propiciar una sociedad más saludable a través del ejercicio físico. Albergan motivos fundados, en sus demandas, para poner en entredicho la profundidad de las medidas que les afectan, lo cual no implica insolidaridad alguna sino proporcionalidad respecto a las estadísticas reales.

Hoy, además, anunciamos "¿El último concierto " con el que las salas de toda España, entre ellas tres oscenses, irrumpirán por sorpresa por internet para recordar que el porvenir de este sector está más que comprometido. Las perspectivas de todos estos grupos empresariales y sus empleados están en una nebulosa que las administraciones han de contribuir a clarificar porque su concurso es vital para la reactivación.