Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

Tolerar es normalizar

Tolerar es normalizar
Tolerar es normalizar
S.E.

Mahatma Gandhi expresaba sus dudas sobre el término, pero reconocía que su imperfección requería tolerancia y bondad de los demás, igual que él había de tolerar los defectos de la humanidad hasta hallar el secreto para su remedio. Ayer fue el Día Mundial de este valor que nos induce a respetar las ideas, las creencias y los hechos de los demás cuando no confluyen con nuestras propias convicciones.

Hace unos días, disfruté en torno al El Brasero de Cadis. Compartir una charla con la redacción de Igual Dá y Bandidos de La Hoya, y de esta experiencia de ese programa europeo, es una oportunidad para aprender y para practicar la tolerancia. Y Arancha, la responsable de comunicación de la coordinadora, dio en el clavo: "La base es la normalización". Tolerar es lo normal, aunque sólo hasta que el otro traspasa líneas rojas inaceptables éticamente.

Con una visión normal, mi amigo Fernando no sería objeto de mofas y befas en la calle, él que tiene unas facultades prodigiosas y alguna dificultad, menos que yo, eso sí. Y Nacho sería percibido exclusivamente como el muchacho jovial en un mundo de diversidad.

La tolerancia significa que las instituciones han de ver al Tercer Sector como un espacio cuyos derechos demandan respaldo, que no caridad. Implica que las empresas han de dotarse de legitimidad en sus sellos con medidas inclusivas. Que las organizaciones han de aprender esta cultura, y las personas también.

Tolerar implica también interpretar en su justa medida la realidad, no como aquel representante institucional que me dijo que daba un pastizal a una entidad, como si la pasta fuera suya y el deber una dádiva.