Opinión
Por
  • ADOLFO COSTAS GASCÓN

Por una conducción relajada y segura

Una de causas que mayor número de accidentes de circulación provoca, es la distracción en la conducción, a las que contribuyen sin duda, no haber descansado lo suficiente o quedarse dormido. Por ello fue un gran adelanto para la seguridad en el tráfico, la obligación de instalación y uso de los "tacógrafos" en los vehículos de tercera categoría, que regularizan entre otros datos, tiempos de conducción y descanso. A este respecto, me vienen a la memoria las condiciones en que, con anterioridad a esta norma, muchos camioneros tenían que conducir, presionados por unas condiciones laborales extremas, hasta el punto de que en el momento de ser denunciados por exceso de velocidad, infracción muy común por la limitación genérica que en relación al vehículo tenían establecida (60 km/h), no tenían reparo en referir que el motivo de dicha infracción, no era otro que la necesidad de dar cumplimiento a la obligación impuesta por sus jefes de llegar a su destino a una hora determinada. Del riesgo que conlleva sufrir un accidente conduciendo bajo esta presión, da fe un hecho trágico, acaecido en la N-II, proximidades de Fraga, en las intempestivas horas de una noche de invierno del 71, donde fue atropellado un compañero del Destacamento de Tráfico, por un camionero que al parecer se quedó dormido, e invadió una explanada donde el motorista realizaba su servicio de vigilancia en carretera. Sirva este luctuoso recuerdo para sensibilizarnos en una conducción relajada y segura, que redundará en nuestro bien y en el de todos los usuarios de la carretera.