Opinión
Por
  • ROSARIO ESTRADA

El coronavirus y las residencias de ancianos

Los abuelos, de siempre, eran los especiales de la casa. De los hijos, de sus nietos y, para algunos que llegaban, de sus bisnietos.

Pero esto les ha cogido de sorpresa, y a los que están con ellos, juntos, contando sus batallas y anécdotas. Todos, con los años que tienen, algunos, como tienen su mente despierta a esos años.

Pero esta vida que nos ha traído este bicho traidor a los pobres abuelos los ha tenido en las residencias, atendidos por auxiliares, médicos y gente especialista. Pero ellos se acuerdan del parque de Huesca, cómo allí tomaban en los bancos el sol y disfrutaban de sus nietos viéndolos correr, esperando a sus padres a que vinieran a buscarlos como todos los días.

Pero la vida sigue en todos los países del mundo, como en Huesca y, mirando los abuelos los cristales de las residencias, el sol les traspasa a sus habitaciones, un poco tristes, añorados por su familia que no está allí para estar un rato con ellos.

A los que han muerto en las residencias, les damos un responso, a ellos y a sus familias.